Familiares de Johan Godínez Pérez exigen al Estado el pago de ¢20 millones como compensación por el error de la Morgue Judicial, que le entregó el cadáver del muchacho a otra familia.
Para cuando los familiares de Godínez se enteraron del error, su cuerpo ya había sido enterrado en el cementerio Obrero, en el oeste de la ciudad de San José.
La demanda la confirmó el abogado Javier Vargas, quien precisó que ya fue aceptada por el Tribunal Contencioso Administrativo de San José.
Vargas sostuvo que “hubo una fuerte afectación por el error cometido en la Morgue”, y anunció que llevará el caso hasta las últimas consecuencias.
La situación ocurrió a mediados de octubre del año pasado, cuando Nísida Amador Meza enterró el cadáver que supuestamente era de su hijo Boris Zeledón Amador, fallecido en un accidente de tránsito.
Sin embargo, días después agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) le informaron de que se trataba de “un cuerpo equivocado” y procedieron a realizar la exhumación.
Para entonces, la familia había velado los restos de quien creían era Zeledón Amador.
Ninguno de los parientes se percató del error, ni siquiera su madre, quien había vuelto de Estados Unidos, donde reside, para el funeral.
El caso aún se encuentra en fase de investigación policial.
Inicialmente, figura como sospechoso del error un funcionario de la Morgue Judicial, cuya identidad no se conoció y quien puede ser suspendido varios días o, en el peor de los casos, despedido.
El caso quedó al descubierto cuando familiares de Godínez, de 23 años, llegaron por su cuerpo y recibieron el de Zeledón Amador. El hecho lo reportaron de inmediato a las autoridades.
“Esto es horroroso, no se lo deseo a nadie”, afirmó uno de los hermanos de Godínez, de nombre Diego Andrés.
Los denunciantes comparecerán el 7 de diciembre ante el Tribunal Contencioso Administrativo de San José. Ese día determinarán la fecha del juicio.