El incidente ocurrió poco antes de las 6 p. m., cuando el Isuzu Rodeo placa 762452 transitaba por el Bajo Rodríguez, en San Ramón de Alajuela, con cuatro pasajeros: una pareja de adultos y dos niños.
Preliminarmente, se identificó al conductor del auto como José Pablo Arias López, de 28 años de edad, y a los menores como sus dos hijos, Bryan Felipe Arias Lozano, de 7 años, y Yuliana Arias Lozano, de dos años.
El nombre de la mujer no se dio a conocer anoche.
José Daniel Villalobos, jefe de la Fuerza Pública de San Ramón, explicó que un camionero no identificado fue el primero en reportar la explosión a los números de emergencia.
El camionero relató a los primeros oficiales que llegaron a la escena que el automóvil subía por una cuesta, a un kilómetro al sur de la planta hidroeléctrica Daniel Gutiérrez, cuando, de repente, le salieron llamas del motor y explotó.
Villalobos comentó que los primeros oficiales de la Fuerza Pública que llegaron al sitio confirmaron que los cuatro ocupantes del automotor estaban fallecidos, por lo que solo podían esperar a los bomberos para que apagaran el fuego.
Los apagafuegos encontraron detrás de los asientos del carro una parte de la mufla y, al parecer, Arias le habría contado a familiares que tenía problemas con esa pieza.
Se cree que él habría quitado la parte que le daba problemas, lo que habría provocado un fuerte aumento de la temperatura dentro del vehículo. Al llegar ese calor al tanque de gasolina, pudo haber ocasionado la fatal explosión.
“No vimos en las puertas evidencia de que intentaran abrirlas, lo que indica que la explosión tomó a los ocupantes por sorpresa, los dejó inconscientes y les impidió reaccionar”, explicó el bombero.
Según Rodríguez, el calor alrededor del vehículo era muy alto. Se calcula que el fuego pudo haber superado los 700 grados centígrados, pues el hierro se derrite a esa temperatura y tanto el techo como varias partes de la estructura del automotor estaban desechas.
“El techo se cayó por completo debido a que tuvo que soportar todo el peso de la explosión desde abajo hacia arriba”, agregó Rodríguez.
Trascendió que el OIJ intentaría llevar una grúa al lugar para transportar el vehículo, con todo y los cadáveres dentro, hasta las instalaciones del Complejo de Ciencias Forenses, ubicado en San Joaquín de Flores, Heredia.
De esta manera, se pretendía proteger toda la evidencia dentro del carro.
Además, expertos en explosivos de la Dirección de Inteligencia y Seguridad Nacional (DIS) estaban por llegar anoche al sitio para descartar la presencia de alguna carga explosiva.