Ellas recibieron el premio a Mejor Actriz de Reparto del 2014 por la obra La bruta espera, primera propuesta que les permite trabajar solas sobre las tablas.
El camino que las llevó a recibir el galardón de Mejor Actriz de Reparto del 2014 es bastante amplio. Aunque no son de la misma edad -María es tres años mayor que Tatiana- ambas fueron egresadas el colegio Castella y según dicen fue ahí donde el gusanito del teatro se sembró.
Por un tiempo la formación académica de ambas fue por caminos separados. María ingresó a la Universidad de Costa Rica donde cursó bachiller en actuación, y Tatiana estudió en la Compañía Nacional de Teatro y luego se graduó de la Universidad Nacional en arte escénico. Pese a ello, sus esfuerzos por estar en las tablas continuaron ligados, ambas debutaron en 1993 y desde entonces aseguran no lo han dejado de hacer.
En el 2003 una vez con sus carreras terminadas fundaron el grupo Yicrá (fuego en Buruca), con el cual participaron como coproductores junto al Teatro Nacional de la obra La bruta espera, primer espacio en el que las hermanas Chaves logran actuar solas en el escenario.
El proyecto no nació de la noche a la mañana, la primera idea concreta la tuvo María en el 2007 cuando dio con los textos originales de la obra del argentino Julio Chávez; no obstante, fue hasta tres años más tarde que los compartió con su hermana. Compromisos como el Festival de las Artes, una licenciatura en educación y algo "más simple": la maternidad, obligaron a las Chaves a posponer su puesta en escena hasta el 2013.
Ellas aseguran que la obra de humor negro es un proyecto fuerte, respaldado desde la dramaturgia, dirección, música, que incluye textos reflexivos de problemática femenina donde se explora el tema de la maternidad, el dinero, la lealtad y el amor. Aún así, dicen nunca haber esperado el Premio Nacional, ni conocer las razones que tuvo el jurado para seleccionarlas. Lo que sí saben es que La bruta espera llegó en el momento en el que ambas contaban con la madurez perfecta para mezclarse solas sobre las tablas.
"El Premio es un empujón para seguir haciendo lo que nos gusta. No somos parte de la argolla, nuestra argolla es el trabajo. Uno tiene dos opciones: dejarse llevar por las dificultades o seguir insistiendo y lograr lo que se propone", comentaron entre frases María y Tatiana, quienes trabajan en la próxima temporada de La bruta espera.