¿Cómo encontrar y potenciar los talentos de los hijos?

Estimulación temprana

Según la sicóloga infantil, María José Paredes, cuando un niño no procesa correctamente los estímulos sensoriales, sus habilidades de desarrollo pueden verse afectadas.

Cuando el bebé nace, recibe estímulos de forma espontánea y natural, escuchar ciertos sonidos, sentir texturas, los diferentes olores, los sabores, imágenes y colores que experimenta del mundo.

Entonces podemos decir que estimulación temprana es la atención que se da al niño en las primeras etapas de su vida con el objetivo de desarrollar y potenciar al máximo sus posibilidades físicas, intelectuales y afectivas, mediante actividades adecuadas y secuenciadas que abarcan todas las áreas del desarrollo humano.

La estimulación temprana en el niño se desarrolla mediante actividades lúdicas, actividades físicas acorde a su edad, utilización de material sencillo, no tecnología y sobre todo el desarrollo emocional que es la base fundamental para el desarrollo cognitivo.

Desarrollar sus talentos

Debe prestarle mucha atención a lo que el niño muestra interés, y tampoco podemos obligarlos a ser algo que no son, por ejemplo Albert Einstein decía, “Todos somos unos genios. Pero si juzgas a un pez por su habilidad de escalar un árbol, vivirá su vida entera creyendo que es estúpido”.

Es importante mencionar que el niño desarrolla 8 tipos de inteligencias según la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner. A medida que el niño experimenta su proceso de desarrollo cada una de estas inteligencias va trabajando en situaciones diferentes, por ejemplo la habilidad que el niño tiene para relacionarse con otros niños, o la habilidad que demuestra al pintar, o el gusto que expresa durante la lectura de un libro, etc.

¿Qué hacer para desarrollar sus ideas y talentos?

Primero se invita a los padres a que planifiquen días específicos para tener la oportunidad de disfrutar diferentes actividades con sus hijos y que conozcan de sus gustos y habilidades, de esa manera descubrirá sus destrezas y respetará sus gustos y aficiones.

Permítele experimentar la pintura, las texturas, los sonidos, los juegos en grupo, etc. Dichas actividades permitirán que pueda observar en qué actividades su hijo o hija muestra mucha habilidad y mejor desenvolvimiento.

No forzarlos

En el momento en que se utiliza la palabra “forzar” simplemente la actividad que está realizando ya no tendrá sentido, porque provocará llanto y malestar en los niños y niñas.

Debemos buscar el punto medio, si su hijo o hija es un niño pasivo es muy probable que no le gusten los juegos que impliquen actividad física puede ser un deporte o baile. Y si tiene un hijo o hija que sea muy activo, seguramente no tolerará por nada del mundo pasar quieto o sentado.

Existen varios casos en las que el niño no quiere realizar las actividades, es posible que presente predisposición puede ser física como emocional, entonces se suspende la actividad, pero si no presenta ninguna de estas características y solo es por capricho es mejor utilizar como motivación dinámica como el juego.

Es muy importante aplicar lo mencionado anteriormente, conocer que le gusta y que no le gusta a su hijo o hija, de esa manera sabrá cómo adaptar actividades que no le agradan de acuerdo a su predisposición.