Jean Paul Gaultier volvió a sorprender este miércoles al presentar en París una colección de alta costura con mujeres que parecían vampiros, mientras que Valentino demostraba, una vez más, que su idea de la elegancia es intemporal.
Con mucho negro y rojo sangre, Gaultier hizo desfilar modelos y al cantante austríaco travestido en mujer con barba conocido como Conchita Wurst.
Por lo general, en los desfiles los invitados no aplauden antes del final. Con Gaultier no fue así: varios modelos fueron saludados por una salva de aplausos.
Por su parte, Valentino mostró creaciones de esas que nunca pasan de moda.
Los diseñadores Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli explican en una nota entregada a los invitados que para la temporada otoño-invierno se inspiraron en los pintores pre-rafaelitas ingleses del siglo XIX.
Las modelos deambularon con sus sandalias como si el tiempo no tuviese impacto alguno sobre ellas.
Sus vestidos, faldas y tapados, posados sobre sus cuerpos, deslumbraban por su sobriedad. Algunas modelos parecían estatuas de la antigua Grecia.