Lo único mejor que crear un proyecto es reiniciarlo con más emoción. Así fue para una organizadora de eventos, Diana Casco, el día que conoció al diseñador gráfico Andrés Pulido. Él pudo ver la tableta que ella había decorado con stickers de sus marcas favoritas y preguntarle por un logo particular.
Diana le explicó que era de la marca Artefacto, una firma nacional que convertía discos de acetato en audaces accesorios. Pulido aprovechó para confesarse: él era la mente creativa de esa marca.
Ese encuentro, hace tres años, fue el renacimiento de Artefacto, un concepto que Pulido creó en el 2009 con un fin muy diferente al actual: burlarse de la publicidad y del mundo de las marcas.
"Era más urbano y con materiales reciclados. Estaba trabajando en una agencia de publicidad y quería contrarrestar eso. Fue tomando forma y se convirtió en negocio pero luego me faltó el tiempo y se acabó", relata Pulido.
Su plan inicial era retomar aquellos primeros bolsos que rompían con lo tradicional, sin embargo, se encontraron ante un problema. "Era demasiada la labor, la gente no valora el costo de los productos reciclados, creen que es basura y que, por ende, deben ser prácticamente regalados", explica Casco. A ello se aunaba lo difícil que era hallar acetatos de las bandas que les solicitaban, como Led Zeppelin o Pink Floyd.
Ante el problema, el diseño es la solución. Crearon una propuesta nueva, que Diana describe como "atractiva y contemporánea".
Formas y colores
Hallar un reto y buscarle solución. Ese continúa siendo el modus operandi para Pulido, quien diseña los productos de Artefacto. Los desafíos provienen de escuchar las necesidades de Diana y sus allegados, quien difunde la empresa.
Así han nacido colecciones como Afrika, en la cual Pulido le da rienda suelta a su pasión por el arte gráfico y juega con la geometría, el color y el diseño exclusivo —solamente se crearon cinco unidades de cada bolso—.
"Ese era el valor que queríamos transmitir, buscábamos llevar el arte de una pintura a un bolso", indica Casco.
En la misma línea, pero con diferente inspiración se ubica Sarchí, una colección basada en los diseños de las carretas típicas costarricenses que buscó resignificar el concepto de souvenir. Ambos diseños recurrieron a una mezcla de técnicas para estampar el cuero, un proceso que inició fuera de Costa Rica y que les tomó medio año.
(MMAU)
Bolsos a prueba del Trópico
La imperecedera necesidad femenina de tener un gran bolso, muy versátil, para echarlo todo fue lo que motivó Kromática. Una línea que también busca atraer a las más fashionistas con colores brillantes, como celeste, amarillo, naranja y turquesa.
El bolso está más que preparado para un país donde las lluvias se dejan ver en más de ocho meses del año. En este caso, el reto no fue solo de diseño, sino también con los materiales.
"Encontramos un material 100% impermeable, que se utiliza para forrar los asientos de los yates. La exposición al sol y la sal es como lo más fuerte a lo que se puede someter un material y éste lo resiste todo. Está forrado con capa policial a lo interno y se puede levantar para limpiarlo con un cepillo", explica Casco.
Los bolsos de Kromática también se han realizado en blanco y negro, un dúo inseparable que se lució en el Mercedes Benz Fashion Week y sirvió para impulsar la marca. Ahora, han empezado a ofrecer líneas masculinas por petición del público: mochilas de colores vibrantes o bolsos tipo mensajero en tonos grises o negro para los más clásicos. Su propuesta, para el mercado masculino actual es arriesgada y están conscientes de ello.
"Nosotros no vamos con el macho man. Una de las cosas que siempre digo, junto con Diana, es que no pensamos en cambiar nuestro estilo para abarcar un mayor mercado. Queremos seguir siendo diferentes y llegar a un público que se preocupa por la moda", detalla Pulido.