El buen descanso es fundamental para el correcto desarrollo de los niños y un desempeño óptimo de los papás en sus tareas diarias. Además, un sueño profundo fortalece el sistema inmune de los bebés y de sus progenitores, por ello es tan importante establecer el hábito del buen dormir desde la infancia.
Si bien, un recién nacido requiere de atención durante la noche y madrugada pues se alimentan más seguido, esto tampoco tiene que convertirse en un martirio para los papás, pues conforme el bebé va creciendo debe irse acomodando a la rutina de la familia.
Las sicólogas y consultoras del sueño Vivian Jacoby y Jill Ligator aseguran que hay ciertas claves para hacer que las noches sean más placenteras. Ellas trabajan elaborando planes personalizados para niños de 0 a 5 años de edad, para lo cual evalúan variables como el tipo de cuarto, los hábitos familiares, el estrés en el infante, la seguridad, etc. Luego, enseñan a que sean los familiares quienes pongan el práctica el plan de sueño.
Con esta consultoría han ayudado a más de 200 familias a través de visitas a domicilio o mediante consultas vía Skype. Haydée Rodriguez es una de las clientas satisfechas: " Teníamos más de un año de no dormir más de tres horas seguidas. Estábamos agotados. Yo tenía mis reservas: pensaba que mi filosofía de crianza con apego era contrad ictoria con ayudar a mi hijo a dormir bien. Dejé esto como mi última opción. Ahora lamento no haberlas contactado antes. No sólo me di cuenta que no hay contradicción entre dormir bien y criar con apego, sino que además me di cuenta del montón de beneficios para mi hijo", escribió en el Facebook de Dulces Sueños Sleep Consulting.
Todas las personas somos diferentes y las recomendaciones o necesidades para dormir pueden variar entre un niño y otro. Sin embargo, existen reglas básicas que le pueden servir tanto a los pequeños como los adultos. Estas son algunas de las recomendaciones para dormir con los angelitos:
- Evitar el sobre cansancio. Contrario a lo que se cree, los niños muy agotados no duermen profundamente sino que estarán más activos, con adrenalina y más alerta. Los bebés de seis meses no deben pasar más de dos horas despiertos, esta cantidad de tiempo se va extendiendo según van creciendo, pero siempre tienen que tener su tiempo de descanso durante el día. A los bebés siempre hay que acostarlos en un ambiente propio para dormir cuando muestren señales de cansancio.
- El ambiente debe ser correcto. La oscuridad es la mejor aliada del sueño, brinda sensación de calma y envía señales al cerebro para que pueda descansar. Eso sí, evite la luz azul porque esta no facilita el descanso. Además, es importante asegurarse que la temperatura sea fresca, ni muy fría ni muy caliente. El bebé no debe estar sudando mientras duerme.
- Ruido blanco. Hay ciertos sonidos relajantes, que además dan seguridad al niño. Se conoce como ruido blanco a una fuente de agua, el sonido de lluvia, de alguna máquina. Hay muchas aplicaciones para el celular y aparatos que tienen opciones de estos sonidos. Muchos bebés duermen mejor con el ruido del hogar o música, que en silencio total.
- Establezca una rutina de sueño. Que el niño sepa que antes de dormir va a tomar una ducha con agua tibia, se le colocará la piyama, escuchará una canción o le leerán un cuento. De esta manera el cuerpo y el cerebro se van preparando para el descanso, y además le da seguridad al infante.
- Sin estímulos tecnológicos. Un mal hábito es poner el televisor, usar la tablet o el teléfono celular pues eso estimula la actividad cerebral. Prefiera compartir con su hijo actividades relajantes como leer, escuchar música o hacer conciencia en la respiración. No use aparatos tecnológicos dos horas antes de la hora de acostarse.