Todas las personas tienen el derecho a la autonomía corporal, lo que debería significar que cada uno puede tomar decisiones con respecto a su propio cuerpo. Sin embargo, el 15 de abril del 2021, El Fondo de Población de las Naciones Unidas (FPNU) publicó un reporte titulado “Mi cuerpo me pertenece” en donde se revela que a nivel mundial casi el 50% de las mujeres no pueden tomar decisiones sobre su propio cuerpo.
Las consecuencias de esto no son solo la violación de un derecho. En cambio, el reporte afirma que puede afectar la salud, la educación, los ingresos y hasta la seguridad de las mujeres.
¿Qué mide el reporte exactamente?
El informe plantea tres dimensiones de la autonomía corporal:
- ¿Quién suele decidir sobre la atención de su salud?
- ¿Quién suele decidir sobre el uso o no utilizar anticonceptivos?
- ¿Puede decir que no a su marido o pareja si no desea mantener relaciones sexuales?
Solo las mujeres que pueden tomar decisiones con respecto a todos estos indicadores disfrutan de autonomía corporal y están empoderadas para ejercer sobre su salud reproductiva.
Es importante notar que los tres indicadores suelen no estar parejos dentro de un mismo país. Por ejemplo, en Etiopía el 94% de las mujeres pueden decidir si toman anticonceptivos, pero solo el 53% de ellas pueden negarse a tener relaciones sexuales.
Como cada indicador se comporta de manera diferente, hay políticas que pretende promover la salud y la autonomía de las mujeres, pero en realidad tienen un efecto paradójico. En particular, en Ghana se realizó una inversión masiva para mejorar la salud materna. Como resultado sí aumentó el porcentaje de mujeres que pueden tomar sus propias decisiones sobre la atención de su salud. Sin embargo, bajó el porcentaje de mujeres que podían negarse a tener relaciones sexuales.
El reporte de las FPNU explica que esta tendencia se puede deber a que “las mujeres también pueden aceptar las exigencias sexuales de los hombres como canje con el que lograr más independencia para sus proyectos económicos y personales. Estos canjes se han detectado en países tan diversos como Azerbaiyán, México, el Níger y Nigeria”.
Por otra parte, el reporte también analiza las leyes de los países para identificar si estas promueven o restringen la autonomía corporal. Por ejemplo, países que están bien calificados en este ámbito garantizan acceso a la salud sexual y reproductiva, obligan a las escuelas a impartir educación sexual y exigen consentimiento informado en la prestación de asistencia sanitaria.
Por otra parte, los países que no promueven la autonomía corporal suelen tener políticas que limitan el acceso de los adolescentes a la salud sexual y que prohíben la homosexualidad. Además de esto, el Banco Mundial señala que más de 30 países restringen el derecho de las mujeres de desplazarse fuera del hogar y según un estudio del Pew Research Center 117 países, incluyendo EEUU, permiten el matrimonio infantil.
Situación en Costa Rica
A cada país se le da una nota del 1 al 100. Costa Rica puntúa un 62%, por debajo de países como Uruguay (99%), Colombia (97%).
Según las estadísticas del INEC, un 57% de las mujeres en el país son víctimas de violencia obstétrica. Además, la pandemia ha exacerbado la dificultad de muchos adolescentes de acceder a la educación sexual.
Durante la actividad en la cual se presentó el informe, la Vicepresidenta Epsy Campbell se manifestó y dijo: “Este país tiene que tener la meta de cero embarazos en niñas, eso es violar todos sus derechos. No se trata de disminuir los porcentajes porque con solo una, atentamos contra sus posibilidades de vivir una vida plena y sin violencia”.