La semana anterior, una de las noches de Willie Murphy, una adulta mayor de 82 años, estuvo agitada. Pasadas las 11 de la noche, cuando se preparaba para dormir, un hombre intentó aprovecharse de “la vulnerabilidad” de Willie. Él irrumpió en su casa, en la localidad neoyorquina de Rochester, Estados Unidos, para robar, pero topó con una desagradable sorpresa al ingresar luego de romper la puerta.
“El hombre entró a mi casa, rompió la puerta. Estaba semioscuro y yo estaba sola, y soy vieja. ¿Pero adivinen que? Soy dura. ¿Y quieren saber qué pasó? Eligió la casa equivocada para robar”, dijo la musculosa y tonificada abuela frente a las cámaras de la cadena local de noticias Wham-TV.
Para fortuna de Willie y desdicha del delincuente, ella es una fisicoculturista ganadora de numerosos premios y quien entrena en el gimnasio diariamente.
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“Agarré la mesa y empecé a darle con ella. Hasta que la mesa se rompió. Pero tenía patas de metal, así que seguí pegándole con ellas. Y cuando cayó al piso, salté arriba de él, varias veces”, contó orgullosa de poder vencer a quien quiso aprovecharse de ella.
Cuando el ladrón quedó tendido tras los golpes de Willie en completa defensa, ella aprovechó para llamar al 911 y pedir ayuda, pero no precisamente para ella. Según contó a varios medios internacionales, el bandido antes de entrar a su casa quiso engañarla diciéndole que llamara a una ambulancia “porque estaba enfermo”: finalmente, él terminó requiriendo la atención.
“Corrí a la cocina y vi una botella de shampoo para bebés. La agarré y se la vacié en la cara. Ahí intentó levantarse pero yo tenía la escoba a mano y empecé a pegarle, mientras él intentaba tirar de ella”, detalló.
Además, aseguró que quiso arrastrar al ladrón hasta afuera de su casa pero no pudo por su peso. Para cuando llegó la Policía, que ingresó directamente a la vivienda, el delincuente ya estaba rendido.
“Él ya estaba agachado. Realmente había hecho un desastre con ese hombre. Lo digo en serio. Creo que cuando se metió en la ambulancia estaba feliz”, aseguró la temeraria fisicocultorista.
Willie contó en sus numerosas entrevistas que sus vecinos están orgullosos de ella y que en el gimnasio todos le piden fotografías.