Quienes conocimos a Migue profundamente, seguiremos gozando de su compañía a través de cualquier manifestación del arte y de la naturaleza.
Lo más importante de su legado no es todo lo que hizo sino cómo vivió y disfrutó intensamente cada minuto de su vida.
Nunca desperdició la oportunidad de aprender ni de enseñar. Su contagiosa capacidad de asombro llenaba cualquier espacio y así lo demostró en todos los proyectos artísticos en los que participó, como Los Skankers, Circo Contravía, Infiltrados, Mekatelyu, La Gambeta, Sonámbulo, Cocofunka, Bienteveo, y Mansa Riddim.
Su compromiso con el arte y con las causas nobles lo llevó a involucrarse hasta el cansancio extremo en todo aquello que llevara alegría y paz a los demás.
Siempre tuvo una fe ciega en la bondad de los seres humanos. Gracias a su sentido común, sabía cómo hacer sentir bien a las personas que lo rodeaban, qué decir cuando sus palabras eran requeridas y callar cuando el momento lo ameritaba.
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Amó todo lo que pudo intensamente y no dudaba en expresarlo. Viajaba ligero, pues sabía que nada le pertenecía y que siempre tendría más de lo que necesitaba.
Es un honor haber presenciado su paso por este mundo y gozado de su compañía.
Esperamos estar a la altura y hacerle honor a todos los proyectos que dejó encaminados. Honraremos su memoria en cada uno de ellos.
Como todos los seres de luz, brillará por siempre…
La autora es productora y fue mánager de Sonámbulo.