Nuestra edición del domingo 3 de julio abre con la historia de un concurso inédito de karaoke: durante varios meses, 378 privados de libertad de distintos centros penitenciarios se enfrentaron los unos a los otros con el primer instrumento musical que descubrió el ser humano, su voz.
Nuestra editora, Yuri Jiménez, acudió a uno de los ensayos antes de la gran final con 26 participantes y fue conmovida tanto por el talento de los cantantes como por sus historias:
Si ya los karaokes comunes y corrientes son una caja de pandora de la que pueden salir desde artistas sorprendentes hasta artistazos impensables –silbatina incluida– sobra decir que la primera imagen de un concurso carcelario de karaoke sonaba a un puro jolgorio, en primera instancia.
En primera instancia.
Estuvimos puntuales en el primer ensayo previo a la gran final, el jueves 23 de junio, en el Auditorio del Museo de los Niños.
La iniciativa del Ministerio de Justicia vio la luz, después de años de estar Reynaldo Villalobos, director de Adaptación Social, masticando la idea, hasta que por fin tuvo el apoyo de las jerarquías.
“Qué gozada, eso debe ser un pacho ¿se imaginan?”, espeté yo con ligereza en reunión de editores, cuando supe del concurso.
A pesar de tener tanto bagaje en el tema de la población penitenciaria, en los primeros momentos me dejé llevar por los estigmas, por los clichés. Por lo “divertido” que debía ser para cantantes y fans, aquel alboroto de canciones de amor y desamor en plena cárcel.
Pero el alma, la empatía, la sensibilidad, el miedo, los prejuicios, el dolor ajeno y la impotencia, son sentimientos universales. Y ese jueves 23 de junio recibimos tremendos knock outs emocionales al enfrentarnos a todo lo que había detrás de las canciones del famoso karaoke penitenciario.
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También dentro de nuestra revista, el periodista Alessandro Solís viaja al pasado de Gran Bretaña para dilucidar su futuro a la luz del referendo que los sacó de la alianza de la Unión Europea y para resolver las inquietudes del resto del mundo. ¿Exactamente qué significa el 'brexit' para los que vivimos fuera de ese continente?
En Chile, 42 años después, el asesinato del mítico cantautor Víctor Jara dejó de ser un crimen impune. Danny Brenes expone las condiciones políticas que vivió el país suramericano y cómo Jara se transformó en un símbolo de las víctimas de la dictadura del general Augusto Pinochet.
En otras páginas, también podrá leer sobre la mejor manera de sacarle provecho a la exuberante belleza turística del cantón de Turrialba; disfrutar de las viñetas históricas de nuestra sección de imágenes antiguas y el resto de datos interesantes de nuestra edición.
Todo esto podrá leerlo el domingo 3 de julio en Revista Dominical, dentro de la edición diaria de La Nación.