A Bélgica se le apagaron los focos mundialistas y eso le costó dos ausencias consecutivas (2006 y 2010) a la máxima cita del Planeta Fútbol.
Si a eso le sumamos tres faltas al hilo en Eurocopas (2004, 2008 y 20012) se entenderá que el fútbol belga vivió horas bajas.
Duros reveses para un país fundador de la FIFA, cliente frecuente de las Copas del Mundo, gracias a sus participaciones consecutivas (de 1982 al 2002) y un cuarto lugar en México 1986.
Los belgas encajaron el golpe y pusieron manos a la obra para cortar la mala racha; eso sí, escogieron el camino largo: trabajar con jugadores de la cantera.
Hoy los frutos están a la vista: los Diablos Rojos regresaron al gran escenario y lo hicieron a lo grande, con una inmaculada eliminatoria y como una de las cabezas de serie de la competencia.
Bélgica vive un gran momento con un equipo joven, lleno de ambición, dirigido por una leyenda (Marc Wilmots) y claro favorito a ganar su grupo, el H , compuesto por Rusia, Argelia y Corea del Sur.
Cautela. “Bélgica no ganará la Copa del Mundo gracias a su talento.
“La ganaremos si tenemos un poco de suerte, si jugamos de la mejor manera que podemos en cada partido y si mostramos un espíritu de equipo fuera del común”, explicó su capitán, Vincent Kompany.
A pesar de las comprensibles palabras del zaguero, la verdad es que esta Bélgica resiste la comparación con su par de los años 80, que presumía de tener a Eric Gerets, Jean Ceulemans y Jean-Marie Pfaff.
Para dar una idea del recurso humano disponible en Bélgica, solo repasemos la portería: ahí están Thibaut Courtois, de 21 años, titular en el líder de España, el Atlético de Madrid, y Simon Mignolet, de 24, quien llena de portero el marco del Liverpool, puntero indiscutido de la Premier League .
Con la lamentable baja de Christian Benteke , del Aston Villa, los belgas aún tienen a Eden Hazard y Kevin de Bruyne –ambos de 22 y del Chelsea–, Romelu Lukaku –de 20, del Everton–, Marouane Fellaini – “veterano” de 25 años y del Manchester United– como parte de la camada de los Diablos Rojos , que vuelven a ritmo de juventud.