Apasionada por el ballet, Amalia Ortuño Lizano desde los dos años participó en intensas sesiones con el fin de perfeccionar sus movimientos.
La ilusión de presentarse en el teatro y bailar frente al público la hacían soñar con alcanzar sus metas. Más tarde al dedicarse al atletismo y la natación, disciplinas que combinaron perfectamente con el baile, tuvo la oportunidad de ir a clases por la mañana y a los entrenamientos y ensayos por las tardes.
Con el paso de los años su pasión por el ballet la llevaron a ser profesora de baile e incursionar en el triatlón, donde podía combinar los deportes que siempre practicó.
Sin embargo, a los 25 años todo cambió para Amalia, al ser diagnosticada con una enfermedad degenerativa en sus caderas, lo que le ocasionó la pérdida de gran parte de su movilidad en el tren inferior de su cuerpo y a tener que adaptar su vida a una silla de ruedas.
No obstante, su pasión por las competencias y oportunidad de superarse a sí misma la llevaron a buscar una disciplina donde podía desarrollar todas sus habilidades, encontrando en el Crossfit adaptado, el deporte perfecto para alcanzar nuevos horizontes y olvidarse de los límites.
“En el ballet se desarrolla la perseverancia, la disciplina y la resiliencia. Mis padres me enseñaron a tener continuidad en lo que uno hace y a pesar de los malos momentos hay que seguir. Esas cualidades me las recalcaron mientras practicaba ballet y por eso cuando el doctor me dijo, después de la operación, que no volvería a hacer deporte competitivo, fue como un shock para mí. Por eso me di a la tarea de encontrar un deporte que practicar como siempre lo había hecho”, comentó Ortuño.
Solo para hombres. La atleta, quien es diseñadora de interiores, explicó que el primer obstáculo que debió vencer fue su propia mentalidad, pues debía exigirse al máximo y posteriormente dejar atrás la idea que el crossfit es un deporte solo para hombres y más aún cuando se dio cuenta que la disciplina no tenía modalidad adaptada.
“Por mucho tiempo mi fisioterapeuta y mi hoy entrenador Ayax García Moya me intentaron convencer que practicara el crossfit, pero al principio no era algo que me llenara porque yo estaba acostumbrada a un nivel competitivo, donde me ponía metas para lograr objetivos con el fin de participar en un evento, como me lo hacía en el atletismo, la natación o el triatlón”, confesó Ortuño.
Todo cambió para Amalia cuando Ayax logró adaptar las pruebas de crossfit a sus condiciones atléticas, empezando a entrenar más duro. Posteriormente lograron encontrar la motivación para competir en el Mundial de Crossfit adaptado en Canadá, en el 2019, cuatro años después de su operación, donde dio la gran sorpresa al quedarse con el primer lugar de su categoría, gracias a su perseverancia por seguir adelante.
“Probé el crossfit adaptado y me encantó. Me di cuenta que era bastante exigente y podía explotar el tren superior, el cual yo puedo utilizar al 100%. Como dije al principio no me llenaba, pero al ser competitivo volvió esa adrenalina que experimenté de niña y en mi adolescencia. Pude ponerme metas ambiciosas porque tenía una razón para entrenar duro, al estar enfocada en el mundial en Canadá”, explicó Ortuño de 36 años.
Su buena preparación le valieron el título del planeta en el 2019, quizás contra todos los pronósticos y apenas en su primera participación.
“El Mundial se desarrolló en cuatro días y fueron 13 pruebas que mezclan ejercicios funcionales, levantamiento olímpico y resistencia. Es muy duro y muy exigente, pero al final logramos el primer lugar, a pesar que nuestra expectativa era solo competir. Todo fue gracias al esfuerzo y la perseverancia”, acotó Ortuño.
Amalia durante el 2020 se mantuvo entrenando, esperando la confirmación de la sede del mundial, pero la pandemia de la covid-19 obligó la cancelación del mismo, por lo que participó en diferentes competencias virtuales y ahora es parte del Kotex Challenge, evento en el cual se darán clases a mujeres, también de forma virtual.
“Todas aquellas chicas pueden unirse al desafío para entrenar y compartir sus experiencias. Para poder acceder a las clases, las cuales serán tres veces por semana, deben adquirir los productos e informarse mediante el Instagram @bykotex o en la página de Facebook @KotexCosta Rica. Las inscripciones están abiertas hasta el 18 de abril”, enfatizó Ortuño.