Cuando se dé el pitazo inicial del juego de apertura del Mundial de Sudáfrica 2010 entre los locales y la selección de México, se comenzará a escribir un nuevo capítulo en los memorables choques de inauguración de las Copas del Mundo.
Sudáfrica será el quinto país anfitrión que inaugura un mundial. El balance para los locales es positivo, ya que nunca han perdido un juego de apertura mundialista.
El equipo de los bafana-bafana tendrá el honor de abrir el certamen, al igual que lo hizo Alemania hace cuatro años, gracias a que la Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA) cambió esa modalidad en el año 2004.
En esa fecha la FIFA decidió regresar al sistema de que la sede fuera el equipo encargado de abrir la Copa, al no estar asegurada la clasificación directa del vigente campeón, tras eliminar este privilegio a los últimos monarcas.
Desde el mundial de Alemania 1974, con el partido entre Brasil y Yugoslavia (empate a cero goles), el campeón del mundo era el encargado de jugar el primer partido del mundial. Esto terminó en el 2002, cuando Francia cayó sorpresivamente 1 a 0 ante la novata Senegal.
Solamente en los mundiales de 1930 en Uruguay, Francia 1938 y Suiza 1954, ni el campéon, ni el equipo sede fueron encargados de abrir el certamen, ya que se jugaron varios partidos al mismo tiempo.
En el primer mundial de futbol en Uruguay 1930, Francia y México al igual que Estados Unidos y Bélgica fueron los encargados de quedar en la historia como los dos primeros juegos de un mundial.
Eso sí, la historia quiso que el juego entre franceses y aztecas fuera más recordado como apertura por la primera anotación en la historia de los mundiales, conseguida por el francés Lucien Laurent.
Ocho años más tarde, en Francia, Suiza y Alemania abrieron con empate 1-1; mientras que en Suiza 54 fueron cuatro los partidos: Yugoslavia 1-Francia 0; Brasil 5-México 0; Austria 1-Escocia 0; y Uruguay 2-Checoslovaquia 0.
Ese día también se jugaban siete encuentros más; sin embargo, los actos protocolarios y el desfile se realizaron en ese encuentro.
El segundo equipo local en abrir un Mundial fue Brasil, al derrotar 4 a 0 a México en 1950, cuando se reanudaron las copas tras el receso por la Segunda Guerra Mundial.
Nuevamente la selección mexicana fue la invitada para una fiesta de apertura, esta vez para el mundial de Suecia 1958, donde los suecos apalearon 3 a 0 a los aztecas.
El mundial de Chile 1962 comenzó con una victoria de los locales ante Suiza por 3 a 1, en una ceremonia de inauguración en el Estadio Nacional de Chile en la que se recordó a Carlos Dittborn, quién falleció antes del mundial en el que fue el principal impulsador de que la copa se llevará en el país del sur.
Después del torneo mexicano, la FIFA tomó como decisión de que el campeón del mundo fuese el amenizador del evento de apertura, situación que duró hasta el Mundial de Corea y Japón del 2002.
En esos 22 años, los campeones mundiales tuvieron que sufrir dolorosas derrotas que sorprendieron al mundo. Las más sonadas fueron las de Argentina ante Bélgica en España 82 y ante Camerún en 1990, así como la de Francia ante la debutante Senegal en el 2002.
Tuvieron que pasar 28 años para que la FIFA nuevamente decidiera que el país anfitrión se encargara de abrir el mundial, hecho que se comenzaría a emplear en Alemania 2006, con el juego Alemania frente a Costa Rica.
El partido entre teutones y ticos fue el segundo con más goles en un día inaugural (4 a 2), solamente superado por la goleada de 7 a 1 de Italia a los Estados Unidos 1934.