Novak Djokovic superó una crisis física al inicio del tercer set y se impuso a Andy Murray para ganar su quinto título en el Abierto de Australia.
El serbio prolongó la frustración del escocés y lo derrotó en cuatro sets por marcador de 7-6, 6-7, 6-3 y 6-0, pese a que pasó por varios momentos difíciles, con una lesión en el dedo gordo de la mano derecha y varios resbalones que pudieron afectar su frágil tobillo izquierdo.
“Hay emociones que aparecen y es duro mantener la concentración. Tuve una crisis al inicio del tercer set ; me sentía exhausto”, contó Djokovic.
El número uno del mundo aseguró que no llamó al médico del torneo porque “no había razón alguna para hacerlo”.
“No tenía calambres, solo fue un mareo momentáneo, y perdí el equilibrio esa vez porque no tenía fuerza en los muslos por el tremendo esfuerzo de los dos primeros sets . Me sucedió algo parecido hace dos años aquí y no quería renunciar”, señaló el serbio.
Nole mantuvo la fuerza de voluntad para sobreponerse al complicado momento, en gran medida porque este era el primer título de Grand Slam que celebra como padre y marido.
“Tiene un significado más profundo, un valor más intrínseco ahora que tengo un hijo y una esposa”, añadió el serbio.
Tras haber ganado el título en 2008, 2011, 2012 y 2013, Djokovic se convierte en el primer jugador de la era Open en lograr cinco veces el certamen, superando al estadounidense Andre Agassi y al suizo Roger Federer, ganadores en cuatro ocasiones.