Nueva Jersey. AP La Legión del Boom le llaman a la defensa de Seattle por su gran agresividad. Algo que Malcolm Smith representó a cabalidad anoche.
Smith, linebacker estelar, interceptó un pase de Peyton Manning y condujo el balón hasta la zona prometida.
Eso fue antes de recuperar un balón suelto y completar una noche redonda llevándose el premio al Jugador Más Valioso (MVP en inglés) del Super Bowl.
La decisión pareció apropiada, en un duelo en que la defensiva de los Seahawks hizo trizas a los Broncos de Denver, para que Seattle se impusiera por 43-8.
Con su nombramiento de ayer, Smith es apenas el tercer linebacker en la historia del Super Bowl que lo consigue. Se unió así a Ray Lewis, de Baltimore (2001) y Chuck Howley, de Dallas (1971).
La defensiva de los Seahawks, la mejor de la NFL en la temporada, anuló a Peyton Manning y a un ataque que había roto récords en la campaña. Obligó a que Denver perdiera cuatro balones y no aceptó un solo punto sino hasta la última jugada del tercer cuarto.
Gracias a la intercepción y touchdown de Smith, los Seahawks se pusieron arriba 22-0 al final de la primera mitad y dejaron el partido casi resuelto.
Hace más de una década que un jugador defensivo no ganaba el MVP de la gran fiesta. Lo hizo por última vez Dexter Jackson, en el Super Bowl XXXVII, con los Buccaneers de Tampa Bay.
Otro de los protagonistas de la noche fue el entrenador en jefe Pete Carroll, quien conquistó su primer cetro de la NFL.
“Este es un equipo increíble. Nos costó cuatro años alcanzar este momento, pero mis jugadores nunca se arredraron. Estos jugadores tenían una fijación en ganar”, dijo anoche el coach .