Correr 10 kilómetros en la Isla San Lucas y remar en kayak 6 kilómetros hasta la playa, en Puntarenas, es un reto que llama a personas con necesidad de más aventura.
Así lo demostraron las 79 parejas que este domingo disputaron la segunda edición del Red Bull Escape San Lucas.
Muchos nadan, corren o practian el ciclismo, pero su deseo de probar nuevos retos los llevó a disputar este evento.
Para algunos era la primera vez, para no para el equipo ganador, compuesto por René Jiménez y Andrés Arias, ambos de 24 años.
"He hecho triatlones, así que entreno natación, corro y ando en bici, pero esto me ha parecido una experiencia diferente. Si bien es trail, la parte del kayak es bastante nueva, y nos llamó la atención", explicó Arias.
Para su compañero pesa mucho el lugar donde se lleva a cabo la carrera. La Isla San Lucas es Refugio Nacional de Vida Silvestre y durante 118 años (entre 1873 y 1991) funcionó como cárcel.
"Esta carrera es totalmente diferente, el tema de la isla, la cárcel, eso atrae. Red Bull siempre hace eventos increíbles y toda esta combinación tiene un gran valor", comentó Jiménez.
René y Andrés, amigos desde que estaban en prekínder, volvieron a dejarse la victoria, igual que hace un año. Esta vez también tuvieron que 'nadar' contra corriente, se subieron al kayak siendo quintos y tenían el reto de superar a sus competidores en el mar.
"Sabíamos que había posibilidad de alcanzarlos y conforme nos fuimos acercando vimos que no iba a ser tan sencillo llegarles", explicó Jiménez, minutos después de cruzar la meta.
El triunfo tuvo un sabor extra por la disputa que se dio en los últimos metros. René y Andrés tuvieron que esforzarse al máximo, pues muy cerca tenían a la pareja de Deybi Quirós y Mario Zumbado.
Los primeros cronometraron un tiempo 2 horas y 38 segundos, mientras que sus rivales llegaron apenas 22 segundos después.
La ventaja estuvo precisamente en el momento de salir del kayak, cuando los ganadores tuvieron una mejor estrategia.
"Intentar correr en agua es super lento, así que teníamos que remar hasta la orilla hasta que el kayak tocara la arena", explicó Jiménez.
Su rivales, en cambio, se bajaron del kayak cuando aún faltaban unos metros para salir a la playa y eso les costó ser superados en el duelo.
"Sabemos que hay mucha gente que corre y hay unos mucho más rápidos que nosotros, y aunque entrenamos bastante la parte del atletismo, sabíamos que en la parte del kayak era donde se definía la carrera y en eso pusimos énfasis, de concentrarnos ahí y guardar fuerzas para remar duro", añadió Arias.
Mientras él y su compañero sonreían entre el cansancio, atrás venían Quirós y Zumbado con la clara sensación de que se les había escapado el primer lugar.
La cara de la derrota quedó reflejada en Zumbado, quien metros antes se lamentó de ver cómo se iban adelante los ganadores y entre la frustración empezó a caminar. Sin embargo, el impulso de las personas que estaban alrededor y la insistencia de su compañero hizo que terminara con nuevo impulso.
"Estoy llorando, no puede ser, venía con todo para ganarla. Sinceramente me siento frustrado", decía Zumbado, de 46 años, quien compitió por primera vez en una carrera de este tipo.
Él está acostumbrado a participar en triatlones y ultramaratones, pero la aventura de remar en el mar lo motivó a ponerse una nueva meta.
"Me gusta variar para sentir emociones diferentes, la aventura lo mueve a uno", expresó.
Su compañero, Deybi, se mostró tranquilo y resaltó que quedó con las ganas de volver el próximo año. "Vendremos con la meta de ganar".
Esas fueron las sensaciones que dejó la aventura en la mayoría de personas llenas de ganas por vencerse a sí mismos.