22/12/2012Partido entre la Liga y Heredia /Alonso Tenorio (Alonso Tenorio)
Alajuela. Claudio Miguel Jara, estuvo inquieto en su primera final de Campeonato.
Muy pocas veces la pasó en el banquillo, pues la mayor parte del tiempo permaneció de pie para dar indicaciones y reclamar.
En el primer tiempo reprochó a los defensores por sus errores en las acciones de peligro más apremiantes de los manudos, que fueron armadas en los pies de Diego Calvo y Cristian Oviedo.
En las faltas que recibían sus mediocampistas, el estratega rojiamarillo se mostró efusivo y no dudó en hacer ademanes para reclamar la amonestación.
Al terminar el primer tiempo, el objetivo en banquillo florense fue muy claro: dejarlo todo en la cancha, conseguir el empate a toda costa. Así, el Herediano entró con una mentalidad diferente para el cierre del cotejo.
Con la tenacidad que tanto lo caracteriza, el cuadro rojiamarillo salió decidido a nadar contra la corriente por última vez en este torneo y de verdad que lo hizo.
Se notó un arranque voraz de los florenses en los primeros minutos del segundo tiempo.
El momento del éxtasis llegó con la sonrisa del penal, que fue provocado por Luis Miguel Valle, tras cometerle la falta al delantero herediano, Enoc Pérez.
Todo el banquillo celebró la decisión arbitral con algarabía y la diminuta franja de aficionados heredianos, quienes estuvieron mudos la mayor parte del partido, explotó en alegría junto con ellos.
Más aún cuando el volante argentino, Isamel Gómez cobró desde los once pasos con la seguridad necesaria para vencer al guardameta manudo, Patrick Pemberton.
Tiempos Extra. Con la motivación al tope, los jugadores del Herediano saltaron a los tiempos extra a buscar su título 23, pero una eficiente defensa manuda los mantuvo al margen del arco.
Fue hasta que Álvaro Sánchez remató un balón suelto en el área, y acabo con la garra florense que sucumbió en el momento más apremiente y menos esperado.
La actitud tenaz y su garra no fueron suficientes para cambiar su historia, las lágrimas de José Miguel Cubero, un pilar en el Herediano, lo dijeron todo.
El coraje de los florenses no fue suficiente para cambiar el partido y a pesar de nadar contra corriente, los heredianos sucumbieron, ante el juego ordenado de los erizos.
No obstante, los florenses no se arrepienten, pues están orgullosos del esfuerzo que hicieron de principio a fin en el campeonato.