Arenberg. AFP Lars Boom ganó la quinta etapa del Tour de Francia, la del empedrado de la París-Roubaix que resultó un gran negocio para el líder Vincenzo Nibali al ampliar ventaja ante sus rivales más peligrosos, pero mortal para Christopher Froome, defensor del título y quien abandonó tras sufrir este miércoles dos caídas.
La jornada se anunciaba peligrosa para el pelotón y terminó siendo un verdadero infierno, con muchísimas caídas porque el asfalto se convirtió en una pista de patinaje y los siete tramos de empedrado (se recortaron dos del programa) en un drama para todos los corredores con pretensiones; todos excepto uno.
“¡Una etapa increíble! Esta mañana cuando vi el clima me sacó una sonrisa. Durante años soñé con una París-Roubaix lluviosa y obtengo lo que quería en el Tour”, dijo Boom.
“Encima, han pasado exactamente nueve años de la última victoria de un holandés en el Tour (Pieter Weening en Gérardmer)... ha sido el triunfo más importante de mi carrera”, dijo emocionado.
Detrás del ganador del día, el italiano Nibali entró tercero detrás del danés Jakob Diemer Fuglsang, pero sacándole mucho tiempo a sus adversario de fuste, principalmente a Alberto Contador.
El español, distanciado en el pavé (adoquines), evitó la caída, pero terminó a más de dos minutos y medio de la cima al término de los 152,5 kilómetros de recorrido en una etapa con clima épico, bajo la lluvia.
“Sabía que se podía sacar tiempo, pero no creía que tanto. Hoy puse mucha atención en las trayectorias, seguí los consejos de Peter van Petegem (exganador de la París-Roubaix) quien estuvo con nosotros durante el reconocimiento”, afirmó victorioso Nibali.
El temor de muchos ciclistas se hizo carne cada vez que apoyaban pie a tierra o sufrían duras caídas.
Una de ellas tocó a Froome, quien estaba en duda al inicio de la jornada por la caída del martes. Apenas 40 minutos después de la largada se fue al piso. Con coraje, tomó la bicicleta y volvió a pedalear, pero en el kilómetro 85 otra vez la desgracia lo llevó al suelo.
El ganador del Tour 2013 dijo “basta” cuando le ofrecieron una vez más su bici. Se subió al auto de su equipo Sky y firmó su renuncia en Bouvines, tras una temporada plagada de calamidades como una infección pulmonar, dolores de espalda y una caída en el Dauphiné, ensayo general del Tour.
El australiano Richie Porte, llamado para suplir en ambiciones la baja de Froome en el Sky, dejó escapar dos minutos, mientras que el español Alejandro Valverde, algunos segundos más.
Hoy el Tour cruzará la región de Champagne, un recorrido predominantemente plano de 194 km que va de Arras a Reims.