Hace 12 años, en 1998, fue la primera vez que Maximiliano Solís alertó de las fallas que hoy mantienen cerrada la piscina María del Milagro París, en La Sabana.
Solís, quien funge como administrador de dicha instalación desde 1985, comentó que la piscina tiene aproximadamente 25 años de sufrir averías.
“Como lo dijo el actual director del Icoder, Luis Peraza, el problema de las alcantarillas –que sirven para el desague de la piscina– viene desde hace 25 años, esto lo hemos visto con un arquitecto, pero me imagino que tal vez por motivo económico no se ha podido hacer el trabajo”, expresó Solís el jueves anterior en La Sabana.
El administrador, quien labora desde hace 43 años en el Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación (Icoder), antes llamado Dirección de Educación Física y Deportes, apuntó que la alcantarilla donde se lavan los filtros está totalmente destruida.
“Cada tres días, yo lavo los filtros en esa alcantarilla, pero tiene 32 años de que no se le da mantenimiento, está colapsada; desde hace como 12 años he venido diciendo que hay problemas, todo está por escrito en los informes que doy”.
Solís, de tez morena y pelo y barba forrados en canas, señaló que aparte de la antiguedad de los tubos de alcantarillas, una de las posibles causas de la destrucción es que la piscina está en un relleno.
“Antes de estar acá, trabajé 14 años como administrador del Estadio Nacional, así que conozco muy bien La Sabana, esto era una ladera y se hizo un relleno”, explicó.
Solís argumentó que además de cambiar los tubos de paso y pozos de desague, se debe sustituir la tubería lateral de la piscina, que sirve para vaciarla y llenarla.
“Así no se puede tener limpia el agua, porque regresa sucia”.
“Uno de mis sueños siempre ha sido cambiar los adoquines pues son viejos, ojalá se pudiera sustituir con cemento para evitar el problema del relleno”, apuntó.
Al preguntársele a Solís si a la piscina de La Sabana se le da el mantenimiento adecuado, se tomó un tiempo y respondió.
“¿Cómo le explico?, pobremente se le da el mantenimiento, lo que pasa es que no es lo que requiere –la piscina–, necesita más cosas, está en proyecto cambiar el techo, pero está haciendo fila, primero está arreglar la piscina, eso es lo que me interesa”, expresó con sinceridad.
El administrador añadió que siempre que solicita la reparación no le han dado una respuesta.
“Bueno, no me han dicho, yo solo paso el informe, como usted a sus jefes, yo cumplo, pero lo que la institución diga no puedo meterme”.
“Hay cosas que se piden, pero el gobierno está corto de dinero”.
Solís agregó que hasta la fecha no sabe cuándo se podría reabrir la piscina. “Me imagino que por lo económico no se puede hacer el trabajo”, indicó el jueves.