Redacción
A mediados de 2015, John Jairo Ruiz recibió una llamada de su agente Joaquim Batica, quien le hizo saber que el Dnipro de Ucrania lo quería.
'¿Nos vamos a un país que está en guerra civil? ¿Será seguro? ¿Hay atentados contra inocentes?', fueron algunas de las interrogantes que el tico discutió con su esposa, Mayboll Arias. Al final aceptaron inspirados en la actitud del nacional, quien no le teme a los retos.
Siete meses después de iniciar esa aventura, el futbolista analiza cómo es vivir en uno de los países más conflictivos de Europa, donde la Organización de las Naciones Unidas reportó, a mediados de 2015, más de 6.500 muertos por el conflicto bélico.
Los problemas en Ucrania nacieron en 2014 por la disputa territorial de Crimea, cuyas autoridades se declaran parte de Rusia. Ante esto, otros pueblos cercanos también buscan ser reconocidos como parte de ese país, entre ellos Donetsk.
John Jairo vive en Dnipropetrovsk, ciudad que está a cuatro horas en auto de Donetsk, donde se libran enfrentamientos con los prorrusos, aunque él asegura que vive tranquilo.
"En las noches puedo ir a las 10 p. m. al supermercado, eso indica que uno puede salir. En realidad no es como lo venden en América; esta es una guerra controlada, más política, pero nosotros podemos andar y sé que no pasará nada", afirmó a La Nación.
Con la oportunidad de jugar en Ucrania llegó un apodo para el exsaprissista. "Al principio sabíamos que había una guerra, me daba miedo, pero al final, por aceptar este reto, Joaquim Batica me comenzó a llamar El Soldado", recordó entre risas.
Pero, ¿por qué un joven de 22 años decidió irse a un país en guerra?
"Esta vida es de retos, cuando más retos tenga usted, mejor es. Esto es de carácter. Soy sincero, al principio me cuestioné si era el paso correcto o no, pero ya todo se está acomodando", respondió.
Su verdadera guerra. La lucha que ha tenido que librar el juvenil es con el idioma. John Jairo no habla ruso ni ucraniano, y el nivel de inglés es muy bajo en el sitio donde vive.
"El tema del idioma es muy complicado para mí, se habla muy poco inglés acá. De cinco personas que usted se encuentra en la calle, solo una habla inglés y lo hace con una pronunciación que no es buena. Acá se habla ruso y ucraniano, y cualquiera de los dos son muy complicados", expresó.
Las señas y gestos han sido los aliados del exjugador del Saprissa para comunicarse en situaciones cotidianas como ir al supermercado, comprar gasolina o pedir una dirección.
"Yo siempre logro comunicarme, por ejemplo, cuando vamos a comprar el diario y llegamos a la zona de las carnes, ya sabemos que tenemos que señalarle al dependiente con la mano para que él nos dé lo que queremos", dijo.
En el campo deportivo, el costarricense suma siete encuentros jugados de 18 posibles con el Dnipro en la liga, con el que marcó un gol.
Así es la vida de John Jairo Ruiz, el soldado tico quien no teme luchar por su sueño futbolístico en Ucrania.