El arquero Danny Carvajal, exguardameta del Deportivo Saprissa y quien actualmente juega para el equipo FC Ryukyu de la J2 League de Japón, fue operado con éxito el pasado martes de varias fracturas por estrés en la tibia de la pierna derecha y ya se encuentra en su hogar, iniciando el periodo de recuperación.
Carvajal, quien vive en la isla de Okinawa, comentó que todo salió bien y ahora lo importante será llevar la recuperación en su casa para estar lo antes posible de regreso. De momento se espera que el guardameta esté entre tres y cuatro meses fuera de las canchas.
“Estamos bastante bien, la operación fue un éxito. Fue una fractura por estrés en la tibia de la pierna derecha. El día martes fui intervenido. Me pusieron un clavo intramedular, que introdujeron por debajo de la rodilla, el cual atraviesa todo el hueso y lo fijaron con un tornillo. Acá me estoy recuperando en casa, junto a mi familia. Se habla que estaré entre tres y cuatro meses, alejado del fútbol, pero confío en que sea menos”, dijo Carvajal, mediante el periodista Rafael Soto de Agrinzonis Managerment Group.
Carvajal, que inició su carrera en el desaparecido Brujas de Escazú para luego jugar en San Carlos y Saprissa, donde fue campeón y elegido como el mejor portero del campeonato en 2015, dio el salto al exterior en el 2017, al Albacete Balompié de España, y un año después empezó su periplo en Japón al incorporarse al Tokushima Vortis y ese mismo año fue cedido al Ryukyu de la J2 League.
Volver a jugar. Danny no es la primera vez que afronta una lesión en la Tierra del Sol Naciente, pues en julio del 2020 sufrió una dolencia que lo sacó por varias semanas del equipo. No obstante su escuadra confió en sus capacidades y lo firmó hasta diciembre de este año.
“Estoy deseoso de pasar esta lesión y volver a jugar, que al final es lo que uno más quiere. El equipo y los médicos me han tenido confianza, me ayudaron muchísimo. Espero la otra semana empezar con la rehabilitación, las terapias y volver lo antes posible para ayudar a mis compañeros”, añadió Carvajal.
El arquero de 32 años, meses atrás comentó a La Nación que su deseo era aprender a escribir y leer japonés y una vez que se retire del fútbol radicar en tierras niponas unos cuatro o cinco años. Explicó que su vivencia ha sido muy buena, tanto en el aspecto deportivo como cultural.
“Estoy encantado, feliz, no cambio nada. Culturalmente estoy feliz, hay cero delincuencia, la educación es excelente, aprendí un nuevo idioma. No cambio por nada vivir aquí. Me encantaría quedarme a vivir acá. Yo quiero jugar mi carrera completa acá, espero que Dios me dé esa oportunidad”, resumió Carvajal a La Nación.