El Juego de las Estrellas 2016 de la NBA será recordado siempre por dos razones: el récord de puntuación en el partido a favor de la Conferencia del Oeste, que le ganó al Este por 196 a 173 –rozando los 200 puntos–, y la despedida de la estrella de Los Ángeles Lakers, Kobe Bryant.
Más allá de los 31 puntos de Russell Westbrook, del Oklahoma City Tunder, las luces estuvieron puestas sobre Bryant (terminó con 10 puntos), quien acudía a su última cita con la afición en este tipo de juegos.
Bryant, quien anunció su retiro al final de la campaña, concluyó su homenaje con 26 minutos en el campo, seis rebotes y una asistencia, así como con los aplausos del público que llegó a despedir a uno de los grandes ídolos de principio del siglo XXI y a quien en muchas ocasiones compararon con el gran Michael Jordan.
El partido fue una demostración de poderío del Oeste, que rompió la marca de más puntos en un duelo entre los mejores jugadores de la NBA, que se celebró anoche en Toronto (Canadá), es decir, por primera vez fuera de los Estados Unidos.
En el duelo del 2015 el Oeste triunfó con marcador de 163 por 158 del Este, por lo que ayer superaron la anterior marca por aplastantes 33 unidades, dándole nuevamente la ventaja de campo al Oeste en la final de abril.
Hundimientos y tres puntos. Por su parte, Zach Lavine, de Minnesota, revalidó su título como rey de las clavadas en la NBA, tras imponerse el sábado en una final memorable a Aaron Gordon, de Orlando, con cuatro evaluaciones perfectas de 50 puntos.
Otro jugador de Minnesota, Karl-Anthony Towns, triunfó en el concurso de destrezas, mientras que Klay Thompson, de Golden State, se impuso en el de disparos de tres puntos, a su compañero de equipo Stephen Curry, quien era el campeón defensor de ese apartado.
Fue un fin de semana que no olvidarán los seguidores del mejor baloncesto del planeta y siempre quedará en sus retinas.