Alajuelense tenía pocos minutos de haberle dado la bienvenida a Marcos Josué Meneses como el nuevo integrante de su planilla y la reacción generalizada entre propios y extraños fue la pregunta ¿y ese quién es?
El mismo futbolista se percató de la situación; confiesa que le hizo gracia, pero con mucha sencillez admitió que esa es la realidad.
“Yo creo que es una realidad, tal vez el apellido por ahí suena, pero por el nombre casi nadie ni me conoce, es la verdad, pero va a llegar el día en el que me voy a hacer un nombre con esfuerzo, con trabajo y eso es lo que toca ahorita, trabajar para hacerme un espacio en la Primera y seguir trabajando”, manifestó Meneses.
Inclusive, hay una curiosidad con su nombre. Desde niño, en su casa, sus amigos y todos los que lo conocen fuera del fútbol lo llaman Josué.
“Al encargado de prensa de Guadalupe siempre le decía que me pusiera Josué y no Marcos, pero nunca me hizo caso. En partidos se fijaban en la boleta y decía Marco. Todo el mundo me conoce por Josué, porque Marcos es mi papá. Igual no me molesta, ya hasta me acostumbré a que me digan Marco, cuando es Marcos, pero en realidad yo soy Josué (ríe…)”.
Para conocerlo un poco más, él mismo accedió a contar su historia, después de almorzar en el Centro de Alto Rendimiento en Turrúcares, tras una de sus primeras prácticas como jugador de Liga Deportiva Alajuelense.
“Soy de Turrialba, no del centro, sino de un lugar a 25 minutos subiendo, es un pueblo que se llama San Juan Sur. Ahí jugaba desde que tengo memoria, la cancha quedaba a 50 metros de la casa y siempre pasaba ahí”, relató Meneses.
El fútbol lo trae en la sangre. Su abuelo, don Mario Salazar, jugó como ’10′ con Turrialba, en Primera y en Segunda. Y no era porque Josué fuera su nieto, sino que él veía que tenía condiciones.
Así que cuando cumplió 12 años, lo llevó a una escuelita de fútbol en el centro de la Campiña Azucarera, donde él mismo entrenaba talentos y que se llama La Academia.
Meneses estuvo ahí hasta los 16 años y pasó directo a la U-20 de Turrialba.
“Permanecí ahí un año entrenando, sin jugar, porque no estaba inscrito, pero cuando me inscribieron, no jugué en el alto, sino de una vez me subieron al equipo que jugaba en Segunda División y ahí estuve de los 16 a los 19 años. Luego salió una oportunidad con Herediano para ir a Nicaragua a préstamo. Directamente de Turrialba me fui para Nicaragua un año y ya tenía 20 ahí”, relató.
El defensor jugó dos torneos en tierras pinoleras. En el segundo salió campeón y al regresar al país, volvió directamente a Guadalupe, donde le abrieron las puertas.
Militó dos años ahí. Ante las lesiones de José Miguel Cubero y Junior Díaz, la Liga lo pidió a préstamo por este torneo, con la opción de renovación automática por un semestre más y con la posibilidad de compra.
El impulsor. “La persona que siempre me impulsó fue mi abuelo. En realidad toda mi familia es futbolera, siempre me han apoyado donde esté. Mi abuelo materno es bien fiebre para el fútbol y donde sea que estoy, ahí está él. Si hay una persona que resaltar es él. Mis papás siempre me han apoyado, pero él es el impulsor”, contó Meneses.
Josué sabe que su abuelito se emociona mucho cuando él juega y se llaman con frecuencia.
“Nunca me lo ha dicho, pero yo sé que el sueño de él era verme en un equipo grande y espero que ahora que estoy en la Liga se sienta orgulloso de mí. Él está pensionado. Él tenía un billar en Turrialba y cuando me llevó a La Academia me ponía de delantero, o de diez”, recordó.
Sus características daban indicios de que podía desempeñarse mejor como zaguero, máxime con ese don de ser zurdo.
“Conforme fui creciendo, me fui haciendo defensa. Me sentía mejor atrás y desde los 15 años juego de defensa”.
Una confesión. Agustín Lleida contó que el pasado 13 de febrero, cuando Guadalupe visitó a la Liga, Meneses le llamó la atención a Andrés Carevic y que lo anotó en la lista de jugadores interesantes. Ahora retomaron ese apunte y Geiner Segura terminó de recomendarlo.
Pero, ¿qué pasó aquel día? “La verdad es que cuando uno juega contra Alajuelense uno entra con todo, uno se emociona, es la verdad, la motivación es otra, aunque digan que es un partido normal, qué va, eso motiva y aunque uno no quiera, es diferente”, mencionó.
Siete meses después, la Liga lo contrató, algo que llegó después de una grata sorpresa que lo motivó mucho.
Rónald González lo convocó al único microciclo de la Selección Nacional que se ha realizado después de que todos los planes se alteraron por la pandemia.
“En ese momento no estaba jugando y se vino el llamado al microciclo y fue una motivación triple para trabajar, no bajar los brazos, porque es difícil no estar jugando, hay que estar mentalmente fuerte para no desmayar, eso me ayudó mucho y pensar que tarde o temprano eso iba a cambiar y cambió para bien, porque se me abrieron las puertas de acá”, indicó Meneses.
A las pocas semanas de haberse entrenado con la Tricolor, llegó esta otra oportunidad.
“La verdad no lo podía creer por todo lo que estaba viviendo en Guadalupe, porque no estaba jugando y yo vi las noticias, lo que le pasó a Junior, que ojalá se recupere pronto, pero pensé que si la Liga ocupaba un defensa, se iban a fijar en los tres que están jugando”, citó.
Y agregó: “Cuando me dicen que me quieren a mí me sorprendí, porque es la oportunidad que todos estamos esperando, pero yo no pensaba que sería para mí. Las cosas llegan cuando uno menos lo espera. Llegó, por dicha se concretó y le agradezco a Robert Garbanzo porque no puso trabas y aquí estamos”.
Hoy se siente feliz, pero con un desafío por delante. Ya llegó a la Liga y su reto es consolidarse en el club.
“La verdad que no es lo mismo ver este lugar por video o por foto, que ya estando acá, este CAR totalmente es otro nivel y sé que hay que trabajar. Después del entreno siempre hacemos gimnasio, algo que en Guadalupe no hacíamos nunca. Ahora debo hacer extras y eso es lo que se vive aquí, es otro nivel, es otra cosa”, manifestó.
Propósito. Según Meneses, al haber tanta competencia, está dispuesto a siempre dar un poco más.
“Quiero aprender todo lo que se pueda, yo aquí vengo a aportar todo, lo mucho o lo poco que sé y aprender de (Adolfo) Machado y de todos los que están aquí, que son jugadorazos”.
También quiso enviarle un mensaje a la afición rojinegra.
“Me voy a esforzar para cuando me den minutos dejar todo en la cancha, representar a la Liga de la mejor forma que yo pueda, con mucha dedicación, mucho esfuerzo, no voy a dejar de correr una bola. Aquí siempre hay que correr y dar más, ese es el mensaje, que de mi parte no voy a negociar el esfuerzo, ni el trabajo, vengo a trabajar, a darlo todo por la Liga”, finalizó.