¿Usted como presidente se ha hecho la pregunta de qué es lo que está pasando en Saprissa en estos últimos torneos?
Claro que me la he hecho, pero lo que pasó hace dos o tres torneos puede ser muy diferente a lo que está pasando en este. Como institución llevamos cuatro semifinales donde hemos perdido, eso golpea pero ha habido algo de suerte, esto es futbol. Pero hagan los números: desde que entró Horizonte Morado; Saprissa es el equipo que ha hecho más puntos que ningún otro equipo y creo que más goles, pero al final esto se trata de campeonatos. Aún así, tampoco es que en lo deportivo todo ha sido un desastre.
¿Aunque Rónald González no gane el torneo va a seguir?
Sí, que no les quepa la menor duda. Después de haber cambiado dos técnicos nosotros queremos estabilidad en el banquillo, y yo creo que esa estabilidad es clave en desarrollar un proceso y un equipo y Rónald González, pase lo que pase en este torneo, va a ser el técnico de Saprissa y ojalá que sea el técnico por cinco años, el perfil es justo el que queremos y se necesita tiempo, no vamos a juzgar la labor de él después de ocho partidos y sin haber tenido pretemporada, sería injusto un análisis así. Queremos minimizar el impacto que tiene el cambio de técnico.
¿Es culpa de la directiva no haberle dado esa estabilidad en el banquillo al equipo?
No sé si fue un error o no, pero de aquí en adelante sí vamos a valorar más la importancia de la continuidad del cuerpo técnico.
¿Siente que se les está pasando ese “boom” que tuvieron con todo el cambio de imagen?
No, reconocemos que obviamente en el momento del cambio estuvo ese “boom”, pero aquí la idea es tener un proyecto sostenible por muchos años. Yo lo que sí veo y sí me entusiasma es que Saprissa ha sido muy exitoso en mantener esa afinidad de la afición, porque aunque llevamos cinco torneos sin llegar a la final hemos sido el equipo que más afición ha llevado al estadio (...) Ahora hay una afinidad mayor con la afición y eso para mí es tener una sensibilidad grande que no solo depende de cuando seamos campeones, aunque desde luego es algo que se quiere.
¿Hasta dónde le puede alcanzar a la institución ese buen manejo para tener contenta a la afición aun sin tener los resultados?
Hay equipos que nunca han sido campeones o fueron hace mucho y que llenan los estadios aunque no estén de primer lugar, entonces no necesariamente está ligado al tema de los resultados. Con Saprissa sí pasa que la afición quiere y está acostumbrada a eso, pero hemos demostrado que con iniciativas y esfuerzos por la afición se puede desligar un proceso de otro, cuando se junten es cuando hay bonanza total. Yo tengo unas ganas tremendas de ver cómo va a ser cuando seamos campeones, pero sí tengo claro que si esta racha continúa va a ir disminuyendo las ganas de la gente por ir al estadio, por eso procuramos que eso se revierta pronto.
¿Cómo se siente con ese hecho de que se haya encontrado hasta ahora más problemas que éxitos?
Hay que tener paciencia y perseverancia, sin duda, pero la ilusión ahí está. Pero yo creo que ninguno de los problemas ha socavado el esfuerzo, aunque está claro que todo es más fácil cuando se está bien.
¿Los jugadores ahora manejan un código de conducta?
Sí, desde hace seis meses se hizo y se les repartió a los jugadores. Es un librito que básicamente tiene que ver con temas de conducta y de proyectar los valores que tiene el club, sabiendo que los jugadores cometerán errores, pero también dejando claro que esos errores tienen sus consecuencias.
¿Cómo congenia ese código con un grupo como la ultra?
En algunas cosas creo que no congenia, pero en otras sí. No todos en la ultra son iguales. No crean que no me desvela cómo abordar el tema, pero en este momento la decisión no es eliminándola. Participaron de esta entrevista los periodistasArnoldo Rivera, Rónald Espinoza y David Goldberg.