Fútbol Nacional

Por las chicas, sin populismo

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Fue cosa del destino. Cuando los nostálgicos empezaron a desempolvar el primer aniversario de la hora más gloriosa de nuestro fútbol, ellas pidieron la palabra. La primera que atrapó mi atención fue Amelia Valverde, la entrenadora, una mujer de mirada profunda encapsulada tras unos lentes de aros gruesos. Cautiva por su inteligencia porque no la abruma la tensión del juego y toma la decisión correcta en el momento justo, como el ingreso de Karla Villalobos y el empate dramático ante Corea del Sur. La Selección femenina se abrió un hueco en la historia de los mundiales mayores con realidades muy gratas: una estratega de nivel, una guardameta de primer mundo y nombres a prueba de olvido.








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