Saprissa vs Alajuelense en el Rosabal Cordero foto Herbert Arley C 04-08-10 (Herbert Arley)
Los números de Daniel Casas apenas si superaron los de su antecesor en el banquillo de Saprissa, Alexandre Guimaraes, pues tuvo un rendimiento de 61% contra el 59% del extécnico mundialista.
Cinco torneos y cuatro técnicos después, el mexicano Juan Manuel Álvarez tiene la mejor nota en medio de esta crisis morada.
El timonel azteca se despidió de Saprissa con un 67% de rendimiento en su primer y único torneo con el conjunto tibaseño.
Su nombramiento llegó en el Verano de 2011 para bajarle el tono al descalabro de Roy Myers en el certamen anterior, el peor en los entonces 75 años de historia morada.
El Maravilloso sumó 16 puntos en igual cantidad de presentaciones, lo que le deparó un 33% de rendimiento y por supuesto lo sacó del banquillo tibaseño.
Álvarez, todo un desconocido en el país, llegó a Tibás con un currículo discreto, y aunque la afición nunca se deshizo en elogios por su gestión, supo encontrar su camino hacia las semifinales.
Y lo hizo clasificando como primero del torneo en la fase regular, y luego dejando a Santos en el camino durante los cuartos de final.
La nota gris en su currículo, sin embargo, fue caer ante San Carlos en el camino a la final luego de haber ganado 0-1 como visitante (perdió en el Ricardo Saprissa 0-2).
Cerca pero no tanto. Alexandre Guimaraes y Daniel Casas igualaron a Juan Manuel Álvarez en el camino hacia el título, pero ninguno con tan buen rendimiento.
En el caso de Guima, el veterano estratega apareció como el eje central del gran proyecto que iniciaba Horizonte Morado.
Llegó con un sonado contrato que lo vinculaba por un año al equipo de Tibás, un nexo que cumplió pero no logró alargar.
En su primer torneo, Guimaraes repitió en una ronda semifinal pero la presión de la ventaja deportiva lo hizo caer en el duelo ante el siempre difícil Alajuelense.
En esa oportunidad acabó como tercero de la primera fase por detrás de Herediano y los manudos, a la postre finalistas del certamen.
Una campaña después, el proceso de Guimaraes volvió a repetir en semifinales, solo que esta vez ante Santos. Los morados ganaron la ida 1-0 pero en el juego de vuelta los caribeños triunfaron con idéntico marcador y de nuevo la ventaja deportiva traicionó a la S.
Por ese par de episodios fue que la dirigencia le exigió a Daniel Casas cumplir con la tarea mínima de ser segundo de la general.
Casas cumplió con lo justo, pero no le alcanzó para imponerse al vigente campeón, una suerte que obligó al uruguayo a hacerse a un lado aún cuando sus números superaron a los de su antecesor.
Ahora habrá que esperar qué logra el nuevo técnico, el quinto en esta longeva sequía que asola a la S.