Después de ocho meses de pandemia, entrenando en casa y guardando el confinamiento, Julio Pérez se lanzó a la piscina María del Milagro París, en La Sabana, con el objetivo de hacer su mejor tiempo, sin importar el lugar en que finalizara durante un torneo por Invitación organizado por la Federación de Natación.
Al terminar la prueba, Julio, junto con su entrenador del equipo de Belén, Pablo Camacho, se dieron cuenta que el joven de 16 años años logró mejorar su registro en los 200 metros dorso juvenil B e impuso récord nacional de la categoría, con un tiempo de 2 minutos 10 segundos y 63 centésimas (2:10:63).
Sin embargo la sorpresa no quedó allí, pues de acuerdo con los registros de la Federación Costarricense de Deportes Acuáticos (Fecoda), Pérez batió una marca de hace 27 años en la categoría mayor, que estaba en poder del nadador Erick Greenwood, quien el 1 de noviembre de 1993 había logrado un crono de 2:11:06.
Julio igualmente mejoró el registro de los 100 metros dorso, tanto en juvenil B, como en élite, con un tiempo de 59 segundos y 21 centésimas (59:21), dejando atrás el 59:50 que estaba en poder de David Yuni Row, que data del 7 de marzo del 2019.
Finalmente se quedó a una décima del mejor cronometraje de los 50 dorso, cuando realizó 27 segundos y 66 décimas (27:66), mientras el poseedor del registro nacional es Juan José Dobles con 27:65, el cual logró el 4 de diciembre del 2017, en los Juegos Centroamericanos de Managua, Nicaragua.
“La verdad los resultados me sorprendieron un poco, porque desde febrero pasado no compito por la situación de la pandemia de la covid-19. Participamos con la mentalidad de mejorar, nunca pensé que irían tan rápido, pero sabíamos que podíamos hacer una buena competencia y me siento muy feliz”, aseguró Pérez.
Clases y entrenamientos. El múltiple ganador de medallas de los Juegos Nacionales, quien es parte del equipo de la Asociación Belemita de Natación, tuvo que adaptarse a entrenar en casa, fuera de su ambiente natural de la piscina y combinarlo con las clases virtuales.
“Hubo dos parones. El primero de marzo a mayo. Luego volvimos a la piscina a entrenar y después otra vez se suspendieron los entrenamientos. Después hubo una nueva reapertura. Creo que estuvimos cerca de tres meses sin poder ir a la piscina por las restricciones y poco a poco se fueron normalizando, hasta poder hacerlo al menos dos horas”, recordó Pérez.
El nadador agradeció al entrenador Byron Calvo, quien durante el aislamiento le proporcionó un plan de trabajo en la casa con el fin que se lograra mantener físicamente.
“De acuerdo con lo planeado, el plan consistía en hacer bastante cardio, trabajar con ligas y simular movimientos en el agua. Traté de realizarlo al pie de la letra, con el fin de no llegar tan pesado a las competencias. Una vez que nos dieron luz verde para competir había perdido músculo, pero en las últimas semanas enfatizamos en la forma física para buscar la forma ideal y creo que vamos por ese camino”, enfatizó Pérez.
Julio añadió que al conocer que regresaban a las competencias también le dio énfasis a la parte nutricional, pues la parte física era una de las prioridades para retornar con buen suceso a competir.
“Me sentía con menos músculo y por eso me esforcé para llegar lo mejor posible. El día de la prueba quizás estaba un poco nervioso, porque tenía bastante tiempo fuera del agua sin competir, pero por dicha todo salió bien, de acuerdo a lo que había planeado con mis entrenadores Pablo y Byron”, manifestó Pérez.
Pese a sus buenos resultados Julio tiene claro que tiene un largo camino por delante y por ahora se mantiene con los pies sobre la tierra y esperando que las condiciones se normalicen aún más para poder empezar a competir en el exterior.
“Creo que la intención es empezar a trabajar en el próximo Ciclo Olímpico. Pablo (Camacho) es un entrenador muy metódico que analiza y planifica muy bien. Vamos paso a paso esperando que todo mejore y podamos empezar a participar en eventos con más regularidad”, señaló Pérez.
Además de Pérez, Stephanie Venegas, también nadadora de Belén impuso una nueva marca en los 50 metros pecho juvenil A, con un cronometraje de 35 segundos y 82 centésimas (35:82), dejando atrás la impuesta por Adriana Morera de 36:30, en febrero del 2010.