En el aguacero Cartaginés dejó ir el regalo de Carmelita

Alajuela. Partido de dominio alterno: un tiempo para cada equipo, pero poco peligro en los marcos. Los goles llegaron hacia el final de cada acto, ambos enmarcados en errores y con protagonismo arbitral.

El resultado, 1 a 1, ni aventaja ni duele a Carmelita y Cartaginés.

El primer tiempo fue brumoso para el local, un conjunto verdolaga nublado por la recuperación cartaginesa y el buen rodar que Carlos Hernández le da al balón.

De los pies del Zorro salían regates indetenibles y pases filtrados que hacían sufrir a cada nada a la defensa de la barriada alajuelense.

Mas con poco condimento. Entre las malacrianzas de Pablo Herrera y la inefectiva entrega de Daniel Quirós poco peligro real llegaba al marco de Ronny Fernández.

Algún remate aireado de Danny Fonseca u otro desviado de Néstor Monge era lo mejor que la visita, siempre temerosa del potente contragolpe carmelo, lograba armar en la primera parte del juego.

Eso fue hasta que el mismo portero del Carmelita decidió buscarse los problemas enviando una bola fácil –chasco incluido– al córner.

El regalo se completó con dos faltas en el área de Eduardo Gómez, primero a Jameson Scott y luego a Quirós. El árbitro Rafael Vega sentenció, hasta la segunda acción, el cobro desde el punto de penal.

Al 45’, Quirós cobró con un remate imparable para darle números a la superioridad azul.

Vino el agua. La extrañamente fría noche alajuelense dio paso a un tremendo aguacero que definitivamente marcó la segunda parte.

Bajo el mar que caía poco encontró para crear Hernández y, entre pelotazos dirigidos y las combinaciones de Rooney Mora con Ignacio Quesada por la derecha, Carmelita fue arrinconando a su rival.

Le tomó una hora a los verdolagas darse cuenta de que estaban enfrentando en Alejandro Gómez al tercer portero cartaginés. Mandaba lo lógica a ponerlo a prueba y de ahí en adelante lo hicieron.

El primero en probar fue Verny Ramírez, al 60’, luego el chapín Angelo Padilla empezó a insistir una y otra vez frente a la portería.

Llegaron los dos goles en posición prohibida de Padilla; uno mal anulado, otro dado por bueno cuando a todas luces no lo era.

Al 68’, el travieso Mora cruzó en diagonal y remató. En el error del mal rebote que cedió Gómez, Angelo anotó. Salió apenas bien, pero la línea Kimberly Moreira y Vega opinaron distinto y lo anularon.

Entre las dos posiciones prohibidas hubo una buena para que el portero brumoso se resarciera. Fue la mejor acción del juego y llegó al 79’, cuando el reloj mandaba a apurarse y Gómez logró sacar un cabezazo con sello de gol que el guatemalteco pegó dentro del área.

La acción polémica y protagonista del juego fue al 83’. Tiro libre de Pedro Leal que el suplente Keishmer Powell pegó frente al área chica y fue a dar a un Padilla que ya en ese momento estaba adelantado. La línea sentenció el fuera de juego y luego dudó; Carmelita celebró, paró, y volvió a celebrar: empate.