Cuando acabe el presente Torneo de Verano, un mundialista del 2002 y del 2006 colgará los tacos y empezará su carrera como entrenador de futbol: Luis Marín.
El defensor fue titular en los seis encuentros ticos en ambos Mundiales. China (victoria 2-0) el 4 junio, Turquía (empate a uno) 9 junio y Brasil (derrota la Tricolor 5-2) el 13 junio en el 2002. También en la copa teutona: derrotas 4-2 con Alemania (9 junio), 3-0 con Ecuador (15 junio) y 2-1 ante Polonia (20 junio) del 2006.
Además de Alajuelense, jugó con Carmelita (donde comenzó), Universidad de San Carlos (Guatemala), River Plate (Uruguay) y Maccabi Netanya (Israel).
El viernes confirmó que deja el futbol en medio de sentimiento encontrados, con alegría y dolor por dejar lo que más le gusta.
“Me siento satisfecho por lo que Dios me regaló en el futbol en estos 19 años de carrera, por la gente que conocí, por las amistades que coseché y todos los logros que he obtenido, pero también siente tristeza y melancolía porque sé que no es fácil dejar esto”.
Sin embargo, reconoció que cuando se vera retirado, sufrirá.
“No sé que voy a hacer cuando pase uno o dos meses. Pero lo que quiero ahora es disfrutar estos días que aún me restan de jugador activo, tanto en entrenamientos como en los partidos”.
Marín agregó que desea retirarse como campeón nacional y así sumar nueve títulos nacionales y convertirse en el manudo como más cetros. En estos momentos comparte con Javier Delgado, pues ambos disponen de ocho.
Sobre por el éxito que tuvo su generación al llegar a los dos Mundiales, dijo que fue un grupo de buenos jugadores que se desarrolló en un momento propicio.
“Coincidimos una gran cantidad de buenos jugadores. Unos eran un poco mayor que yo, otros un par de años más jóvenes, pero se conjuntó un grupo que se unió para conseguir objetivos. Eso pasa poco en el futbol”, afirmó.