¿Cuál es su segundo equipo de preferencia? En la dirigencia verdolaga sostienen que, en la mayoría de ocasiones, los liguistas, heredianos y hasta los morados responden Carmelita.
Es visto como un club simpático, de solo 200 socios que pagan ¢25.000 al año, con poco menos de 300 aficionados por juego y un único traspaso internacional desde su creación, Óscar Rojas.
Su más cercano emblema, el expresidente Carlos Cañón González, dueño de un tramo en el mercado y otros negocios en Alajuela, forjó las bases de la sostenibilidad verdolaga: Si solo hay arroz y frijoles, solo se come arroz y frijoles.
O mejor dicho, solo se gasta lo que se puede pagar. Se planifican los ingresos por semestre y se determina cuánto se invierte en futbolistas, cuerpo técnico y en los tres administrativos que conforman el representativo. Un gerente, un gerente deportivo y un asistente administrativo a medio tiempo.
Sin afición, exprimiendo cada colón y con las colaboraciones de amigos del club, Carmelita ha conseguido mantenerse en Primera sin sufrir con atrasos salariales ni penurias. Una demostración de que la organización con menos argumentos puede mantenerse sin sufrir congojas, tal como le sucede a Liberia y a otros clubes de la división de honor.
"La clave es no disparar los gastos. Nuestra fórmula es humilde, como lo es el club y cualquier familia. Se trata de ahorrar lo más que se pueda", explicó Isidro Zamora, jerarca carmelo.
El plan. Cuando empieza el torneo, en Carmelita nunca presupuestan los ingresos por taquillas, ni siquiera cuando se asoma un equipo grande con una buena racha de partidos ganados.
El dinero proviene de patrocinadores que pagan entre ¢250.000 y ¢1 millón por mes, dependiendo del tamaño del parche en la camiseta o de la ubicación de la valla en el estadio. Analizan ciertos factores para definir el monto a cobrar, pero insisten en ser uno de los equipos más baratos en publicidad.
La televisora que transmite los partidos, en este caso Extra TV 42, les genera un buen ingreso, al punto de considerarse el plantel pequeño que más dinero recibe por derechos de transmisión.
El pago de la planilla ronda los ¢16 millones mensuales. Este rubro lo pagan con los ingresos televisivos y de los patrocinadores, aunque también hay tres futbolistas que son financiados por amigos y socios de la institución que se comprometen a asumir una parte del salario.
Zamora dice que esta es una práctica normal en el fútbol de Costa Rica y les ha permitido fichar a algunos hombres con experiencia y renombre en la división de honor.
Los prospectos de liga menor también son un desahogo financiero para la institución. Un convenio con la Academia Wílmer López les ha permitido adoptar a los mejores talentos de este proyecto para utilizarlos en la Primera. Actualmente, hay cuatro futbolistas titulares de la cantera.
Los jóvenes suelen ganar salarios bajos en sus primeros años, un aspecto que amortigua los gastos. Un convenio con la Universidad Santa Lucía le permite a Carmelita dar beca de estudio a los muchachos para que adquieran el compromiso de seguir jugando.
En la barriada el ahorro es máximo, al punto de que todavía no gastan la totalidad del premio mundialista que recibieron hace casi tres años.
Tampoco les interesa comprometer el dinero que ganarán como premio por la participación de la Sele en Rusia 2018, pese a que algunos equipos ya lo tienen más que condicionado.
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La convicción carmela es aprovechar cada centavo y diversificar sus ingresos en otras áreas, como en la venta de jugadores de la cantera al fútbol internacional.
Desde la venta de Óscar Rojas en el año 2000, Carmelita no consigue dinero por este rubro, algo que podría cambiar en los próximos meses.
Hace cuatro años firmaron el convenio con la Academia Wílmer López, pero es a partir de este año que los frutos del proceso empiezan a verse. El delantero Andy Reyes está cerca de llegar a un acuerdo con el Pachuca de México y José Rodolfo Alfaro irá a préstamo al Sporting Lisboa de Portugal.
De concretarse una venta, el monto del contrato se dividirá a la mitad entre el club y la Academia.
Con los ingresos por Rojas sostuvieron muchos de los gastos extraordinarios del equipo durante poco menos de una década y ahora podría suceder lo mismo. El entonces jerarca, Cañón González, ahorró e invirtió el dinero de a pocos.
Recientemente estrenaron estadio. Un pequeño reducto dentro de la Academia en Alajuela financiado por el dueño del complejo, el empresario Hugo Bolaños.
Por ahora se baraja la posibilidad de que una empresa adquiera el nombre del estadio y esto les permita recibir un dinero adicional.
Carmelita no pasa hambre. Siempre hay para el arroz y los frijoles.