Alajuelense y Saprissa viven realidades totalmente opuestas en el inicio de la Liga Femenina, las cuales quedaron en evidencia con un marcador de 3-2 a favor de las manudas.
El conjunto rojinegro tiene un pleno de victorias luego de tres compromisos, mientras el club morado apenas suma un punto de nueve posibles.
Las caras de desconsuelo al final del encuentro en el Nicolás Macís contrastaron por completo con la felicidad de las manudas, comandadas por el técnico Wílmer López.
Saprissa pretendía levantarse ante el archirrival, como sucedió en el certamen anterior, pero esa posibilidad estuvo lejos, porque pese a comenzar ganando, la Liga siempre se vio mejor sobre el terreno de juego.
Desde la parte ofensiva, donde se notó la diferencia más importante entre ambos equipos, hasta la defensa, Alajuelense evidencia estar un paso por delante de su eterno contrincante.
La Liga mostró mayor capacidad de ataque, con constantes ocasiones de cara al gol.
Y aunque para la S no ha sido un gran problema llegar al marco, este domingo le costó. Le sucedió todo lo contrario a duelos anteriores: llegó poco y fue efectivo, sin que sus dos goles fueran suficientes.
Incluso, el 1-0 lo celebró temprano, apenas en el minuto 4, gracias a una viveza de Carolina Venegas al robar el balón y servirlo para que Catalina Estrada dejara sin reacción a Noelia Bermúdez.
Hasta este momento no era el mejor regreso al fútbol tico para la guardameta, quien al final terminó con una sonrisa.
“Mejor debut no se podía esperar, era clásico y había que ganarlo, al final el equipo da muestra clara de lo que quiere, el bicampeonato. Todos los partidos se ganan y los clásicos con más razón”, afirmó a TD+ al final del compromiso.
Sus palabras llevan gran razón, porque su equipo nunca se achicó pese al balde de agua fría. Sucedió todo lo contrario.
La Liga se apoderó de la posesión y Saprissa sufrió ante la “desaparición” de Katherine Alvarado, por quien pasa la mayor parte del fútbol.
Sin ella o Venegas, las posibilidades de reacción se reducen significativamente.
El dominio de las visitantes se convirtió en números en el minuto 16, cuando la estadounidense Jennie Lekip hizo lo que mejor sabe, recibir la pelota y teniendo plena ubicación, mandarla al marco defendido por Dinnia Díaz.
Antes del descanso el 1-1 no reflejaba lo que estaba sucediendo en cancha, porque la Liga tuvo al menos dos ocasiones para darle vuelta al marcador.
Tarde o temprano eso iba a suceder, y fue en el minuto 70, con tanto de Lekip al aprovechar una pésima salida de la portera Díaz.
Esos errores son precisamente los que las moradas han intentado evitar, pero los continúan cometiendo partido a partido, con altas consecuencias.
“Realmente ha sido un inicio bastante complicado, Saprissa está acostumbrado a ganar desde el primer partido, realmente es un peso que el equipo se está echando encima ahorita. Seguimos pecando en pequeñas desconcentraciones, no es que falta ritmo de juego o que no podemos conectar como equipo, sino distracciones que nos están costando”, declaró Marianne Ugalde.
Tan claras sus declaraciones como el presente del equipo, que está hundido en malos resultados y a la espera de -necesarios- refuerzos.
Pese a ello, el grupo tuvo capacidad de reacción con Venegas, pero la delantera no pudo evitar la derrota con su gol (74′).
Saprissa parecía conforme con el empate, no así la Alajuelense, que con un banco mucho más profundo, logró darle un nuevo aire al juego y con la conexión de dos de sus variantes, Kenia Rangel y María Fernanda Barrantes, concretaron el 3-2 definitivo.