Santiago Segurola es un gurú del periodismo deportivo español, un portento de conocimiento y estilo en el que debería reparar todo joven que comienza en esta profesión.
Usted podrá estar de acuerdo o no con él, pero jamás se arrepentirá de invertir tiempo al leerlo porque este hombre le compensará la acción con una buena dosis sabiduría.
Su estilo enciclopédico lo envolverá en un universo de conceptos y datos, que le ayudará a comprender cómo se gestó un fenómeno del fútbol que nos seduce hoy llamado Ajax.
Y cito al maestro a propósito del deslumbrante paso de este equipo en la Champions, en donde tumbó en fila al Real Madrid, la Juventus y aunque perdió ante el Tottenham la posibilidad de jugar la final, se ganó el reconocimiento del viejo continente.
Años atrás leí un artículo suyo acerca del fútbol holandés en la década del 60', cuando justamente el Ajax ancló en la historia con un joven que desbordaba talento, llamado Johan Cruyff, y un entrenador con método de nombre Rinus Michels.
“(…) en un pequeño club de Ámsterdam se había instalado el germen de una revolución grandiosa. Lo que no existía en 1964, se convirtió cinco años después en una de las maquinarias más perfectas que ha visto el fútbol”.
Si bien perdió su primera final de la Copa de Europa ante Milan en 1969, “la revolución había llegado para instalarse. “(…) El Ajax jugaba con pasión, siempre al ataque, con un vértigo controlado y la obsesiva necesidad de disponer de la pelota”.
“De todo ello se encargaban sus dinámicos jugadores. Eran jóvenes y rebeldes, forjados en la cultura de los años 60. No estaban en el fútbol para aburrirse. Pero tampoco se dejaban llevar por la anarquía”.
Y este párrafo es una lección de historia del fútbol: “(…) Holanda, un país pequeño, había encontrado la manera de forjar un estilo, de preservarse en definitiva. En el juego del Ajax, y por extensión de la selección holandesa, se apreciaba grandeza y método”.
Segurola disecciona las virtudes de ese balompié fresco y nuevo en la rocosa Europa de entonces: “(…) Equipo con extremos, gran amplitud, centrocampistas prolijos en el manejo del balón y temibles en sus llegadas al área, laterales intrépidos, centrales con capacidad para el pase, porteros adelantados, con ganas de jugar con los pies”.
El Ajax, como explica el maestro, no es el fruto de la casualidad, es el resultado de un trabajo con método, del respeto a un estilo y a una identidad. Por eso los resultados, por eso pronto se les dará la oportunidad de volver a reinar en Europa.
Ah, un último apunte: tiene en su staff de profesionales a varias figuras del pasado reciente, como el exarquero Van der Saar y el exmediapunta Overmars, en puestos administrativos y gerenciando el negocio del fútbol.
Gente que sí sabe, como para que aprendieran en nuestro país Alajuelense y Cartaginés. Ajax, un espejito en el que valdría la pena mirarse.