Barcelona. AP Exigidos por la victoria del Real Madrid el día previo, el astro Lionel Messi y el Barcelona ofrecieron ayer su mejor versión y golearon por 7-0 al visitante Osasuna con tres tantos del argentino, para seguir a cuatro puntos del cuadro blanco, que marcha líder de la liga española.
El Real y el Barça se miden en el clásico del próximo fin de semana, en el feudo madridista.
La tripleta de tantos a los 18, 63 y 88 minutos dejó a Messi como el goleador histórico del club azulgrana con un total de 371 conquistas, contabilizando partidos amistosos y oficiales, por encima de los 369 conseguidos por Paulino Alcántara entre los años 1912 y 1927.
“Pasaron muchos años hasta que se ha superado y pasarán muchos más para que se vuelva a superar. Soy feliz y quiero retirarme aquí”, declaró Messi.
“Será difícil ganar al Madrid pero depende de nosotros y se puede. Me encuentro bien, con ritmo y confianza”, agregó el astro ayer.
Messi ya superó el año pasado los 232 tantos exclusivamente oficiales que había marcado César Rodríguez con el club catalán.
“Lo que hace Leo es eterno y los que tenemos la suerte de compartir nuestra carrera con él somos unos privilegiados. Toca disfrutarlo, porque será difícil que haya otro jugador igual”, dijo su compatriota y compañero, Javier Mascherano.
El chileno Alexis Sánchez (22’), Andrés Iniesta (34’), Cristian Tello (78’) y Pedro Rodríguez en los descuentos también remecieron las redes por el Barcelona, que exhibió una imagen muy distinta a la del pasado fin de semana, cuando perdió por 1-0 en cancha del modesto Valladolid y cayó al tercer lugar de la tabla de posiciones.
Real Madrid, vencedor el sábado sobre Málaga por 1-0, lidera la clasificación con 70 puntos por 67 del Atlético de Madrid, que por idéntico 1-0 derrotó al Espanyol, y 66 del equipo dirigido por Gerardo Martino, quien vivirá una previa relativamente tranquila del clásico.
“Deberíamos estar mejor, pero nos hemos equivocado más que otros. Tengo casi pensada la alineación del Madrid, pero generalmente el último partido no me significa demasiado”, dijo el Tata Martino, quien destacó a Andrés Iniesta como su jugador “más en forma desde el inicio de año”.
El timonel rosarino tomó nota de la pobre actuación en Valladolid y, ante Osasuna, dejó a Cesc Fábregas y el brasileño Neymar fuera del once inicial, al que regresó Iniesta.
Clave en la gran actuación de ayer de Messi, Iniesta aprovechó la confianza para reivindicar su estatus en el plantel azulgrana y reclamar continuidad ante el Madrid, hartándose de repartir sus ya famosos “caramelos” desde la posición de volante izquierdo; e incluso se soltó con un golazo de zurda, su pierna menos buena.
Enchufados desde la alineación, los locales apenas dieron respiro a Osasuna, que tan solo inquietó el arco de Víctor Valdés con un zapatazo del argentino Emiliano Armenteros en el arranque.
Solventado el lapsus defensivo, el Barça se dedicó a partir de entonces a tocar con criterio, paciencia y olfato asesino, descartando tanto el fútbol directo como el exceso contemplativo, y buscando la mejor manera de descuartizar a la defensa osasunista.