El Levante salvó un punto al empatar 2-2 frente al Espanyol a tres minutos del final del partido.
Tras un comienzo interesante, el partido fue de más a menos, ya que el Levante se mostró desorientado, sobre todo tras el descanso, cuando el Espanyol, sin ofrecer una imagen brillante, tenía controlado el encuentro, aunque no supo rematarlo.
Sin embargo, una acción aislada propició el empate a dos y unos minutos finales en los que, a base de garra y coraje, el Levante estuvo cerca de dar la vuelta al marcador.
El partido comenzó a buen ritmo por parte de los dos equipos, aunque con más proyección ofensiva por parte del local.
En la primera aproximación del Espanyol a la portería de Mariño, un rechace del meta levantinista fue aprovechado por Lucas Vázquez para abrir el marcador con un remate cercano.
Apenas tuvo tiempo el Espanyol de saborear el gol. Tres minutos después, a la salida de un córner, Simao estableció la igualada de un cabezazo.
Cuando parecía que se iba a llegar al descanso, un balón que llegó al ecuatoriano Caicedo, ex jugador del Levante, propició el 1-2, también en un remate muy cercano.
El Levante encontró premio a su tesón en el tramo final del encuentro con el gol de Víctor Casadesús, que dio una emoción especial a un encuentro en el que los locales evitaron la derrota pese a jugar mal y el Espanyol no fue capaz de atrapar el triunfo a pesar de su mayor calidad.