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Pero, por coincidencia, en ambas presentaciones el común denominador revistió ribetes de héroe.
Villar, a sus 34 años y en su quinta Copa América, se había consagrado con una gran actuación ante los brasileños y con la
Por esto y mucho más, Justo Villar es considerado hasta el momento el mejor arquero de la Copa.
En el juego sufrió una lesión en el aductor derecho que lo perjudicó en gran parte del choque. Aún con esa molestia, volvió a ser la muralla paraguaya y detuvo un disparo en la definición por penales que lanzó el venezolano Franklin Lucena.
Paraguay jugó “dos buenos partidos en la primera fase y en cuartos de final con Brasil nos costó un montón el triunfo en los penales y sufrimos un desgaste muy grande”, declaró antenoche Villar en la rueda de prensa en Mendoza.
“Ante Venezuela, nos costó horrores mantener el partido, en ningún momento encontramos nuestro juego, cuando veíamos que no podíamos, era mantener el resultado para la lotería de los penales”, agregó el portero con sinceridad.
Villar lo paró todo ante los venezolanos, pero también su aliado fue el estribillo futbolístico de que “portero sin suerte, no es portero”, pues recibió tres tiros en el poste.
Además protagonizó notables intervenciones sobre el atacante José Rondón y frente al ariete Nicolás Fedor al final del compromiso.
“No podemos llegar a la final y hacer lo mismo que hicimos en estos días. Uruguay llegó a la final jugando bien y tiene figuras importantes que nosotros trataremos de anularlas, pero eso ya no nos servirá. Hemos hecho un gran esfuerzo, hay jugadores lesionados, con golpes y con dos partidos de 120 minutos en los últimos días”, dijo Justo.
Paraguay tenía 32 años de no jugar una final de Copa América, desde 1979. Este domingo luchará frente a Uruguay por su tercer trofeo en el certamen, y apostará a un invencible de la portería: Justo Villar.