103116799 Barcelona's goalkeeper Victor Valdes (R) fails to stop a penalty from Real Madrid's Portuguese forward Cristiano Ronaldo during the 'El Clasico' Spanish League football match Real Madrid against Barcelona at the Santiago Bernabeu stadium in Madrid, on April 16, 2011. The match ended in a 1-1 draw. AFP PHOTO / JAVIER SORIANO (JAVIER SORIANO)
Para unos, es una sana costumbre futbolera; para otros, un empacho porque se hizo muy visto.
El caso es que el Real Madrid y el Barcelona se verán las caras por octava vez desde abril del año pasado; en esta ocasión discutirán el pase a las semifinales de la Copa del Rey.
Los cuartos de final de este torneo se iniciaron ayer con la caída (3-2) del equipo sensación, el Mirandés, que dejó ir un 2-0 ante el Espanyol en los seis minutos finales.
De vuelta al clásico, hoy es la ida (3 p. m., hora de Costa Rica) en el estadio Santiago Bernabéu; el próximo miércoles será la revancha, en el Camp Nou, y la cifra de clásicos alcanzará la friolera de nueve en menos de un año.
Serán 10 duelos, cuando el 22 de abril se topen en la segunda vuelta de la Liga de España, justo en el mes en el que se inició este rali de clásicos jamás visto en la historia
El de hoy verá a los dos equipos en la que puede ser la competencia de menor calado; ambos mantienen frentes abiertos en el campeonato local y en la Liga de Campeones de Europa.
Tampoco debemos pasar por alto que un encuentro entre merengues y azulgranas jamás será intrascendente, menos en estos tiempos cuando el clásico se hizo planetario y sirve de test personal para sus respectivas megaestrellas: Cristiano Ronaldo, en el Madrid; Lionel Messi, en el Barcelona.
A CR7, como al Madrid todo, el Barcelona de Josep Guardiola se le hizo trauma.
Para muestra, el último botón: en diciembre anterior, el que pintaba como el mejor Madrid de la era Mourinho fue “bailado” por el Barça, en pleno Bernabéu y a pesar de que los catalanes perdían desde los 21 segundos.
Este Pep Team le agarró el hilo a la Casa Blanca: la de hoy será la quinta visita de este rali de clásicos, con un saldo favorable de dos victorias y dos empates.
Sin embargo, Guardiola no se fía: “No cuentan los precedentes, no existen. Es un nuevo día”.