Apenas con 27 años el volante Celso Borges apunta a convertirse en el rey del exclusivo club de los futbolistas que suman 100 partidos o más vistiendo la camiseta de la Selección Nacional. A su edad, ningún otro jugador sumaba tantos partidos como Borges, quien acumula hasta la fecha 86 juegos clase A con la Tricolor. Ni Centeno, ni Luis Marín, ni Fonseca habían jugado tanto con la Sele a sus 27 años.
Wálter Centeno, actual líder del club de los 100, con 135 partidos, sumaba 51 a la misma edad de Borges, lo que realza lo hecho por el hijo de Guima, y le ubica como el candidato número uno a montarse en la cima de este exclusivo club.
Pero, conseguir la cifra que hoy tiene Celso y perfilarse hacia el liderato que ocupa Paté, podría no ser fácil, pues conlleva una fórmula que mezcla cuatro requisitos: salud, rendimiento, adaptabilidad y longevidad.
Mantener el nivel durante varios años es difícil en un futbolista, sobre todo si se trata de la Selección Nacional, y más aún si se habla de integrar el club de los 100 o más juegos, en el que, para hacerse una idea, Costa Rica solo tiene a seis futbolistas.
Además de Centeno, este grupo lo conforman: Luis Marín, con 126, Rolando Fonseca, 111, Mauricio Solís, 109, Álvaro Saborío, 103, y Harold Wallace, 101.
Parece extraño no mencionar a nombres como Paulo Wanchope, Hernán Medford o Rónald Gomez, tres de los mejores delanteros de la historia del futbol costarricense, lo que demuestra que alcanzar este club implica muchos factores.
Salud. Para hombres como Wanchope este aspecto marcó el fin de su carrera, en la Tricolor, pues las lesiones de rodilla le dejaron en 73 partidos.
Wanchope, basto en participación con equipos fuera del país, tuvo una carrera meteórica con la Tricolor hasta los 29 años, llegando a 72 encuentros, pero de ahí a los 31 solo sumó uno, ya muy disminuido por las lesiones.
Otro al que los problemas de rodilla le destrozaron su carrera fue Gilberto Tuma Martínez, uno de los mejores defensas de su generación, pero quien solo sumó 61 partidos con la Selección, a pesar de debutar muy joven con la Tricolor.
De él se recuerda el pasaje en la inauguración del Mundial Alemania 2006, cuando tuvo que ser sustituido antes de terminar el primer tiempo. Nunca volvió a ser el mismo.
Celso por su parte, no ha tenido ninguna lesión que lo aleje de las canchas por un periodo importante de tiempo; es más, desde su debut en el 2008, con 20 años, cuando Rodrigo Kenton lo llamó al combinado mayor, el mediocampista ha jugado en el 65% de todos los partidos de la Tricolor.
Rendimiento. En el caso del rendimiento, queda demostrado que Borges lo ha hecho muy bien, ya que una cosa es mantenerse saludable y otra es ser titular indiscutible en la Selección Nacional en donde solo los mejores 11 de todo un país pueden jugar.
El mediocampista ha sido titular en el 90% de los partidos que disputó con la Sele y además anotó 19 goles, marca que solo supera Centeno entre los volantes nacionales.
No es el caso de futbolistas como Carlos Hernández, aquel volante que el 7 de setiembre del 2005, con un trallazo espectacular ante Estados Unidos, levantó al Saprissa y nos metió en el Mundial de Alemania 2006.
Hernández, ahora con 33 años y perteneciente al Dempo de India, tuvo su mejor momento en la Tricolor a los 22 años, cuando disputó 10 partidos con la Selección, mas luego de los 25 años su cifra bajó a dos o tres compromisos por año.
Winston Parks es otra figura que se quedó en el camino, después de que, con apenas 21 años, fue protagonista en el empate ante Turquía en el Mundial de Corea y Japón 2002.
Luego de ese encuentro el delantero solo participó en 21 juegos más con Costa Rica, en los cuales hizo cuatro goles, todos en amistosos.
Versátil. El hecho de tener una contextura física fuerte y ser espigado son dos características que benefician a Borges en los equipos que milita.
Pero no hay duda de que su mejor arma es la facilidad para adaptarse a cualquier sistema de juego, como lo está demostrando hoy en el Deportivo La Coruña de la Liga española.
Mientras que en el Fredrikstad de Noruega y el AIK Solna de Suecia tenía funciones de "10" o enganche, ahora, en la península ibérica, se desenvuelve como volante mixto.
Acá pesa mucho la fortaleza y altura, ya que a la hora de defender va bien si el partido se pone muy físico.
Mas, lo aprendido en Noruega y Suecia no fue en vano, y a ello se suma le hecho de que Borges también tiene gol, como el que hizo en enero pasado cuando debutó con el Depor.
En la Tricolor el volante cumple este mismo papel, donde alterna con Yeltsin Tejeda las labores defensivas de contención, pero ese él quien tiene más obligación de salir jugando y pisar, si se puede, el área.
Es precisamente esta adaptabilidad de Borges, sumamente importante en la Tricolor, la que más urgen los técnicos, y la que enterró las aspiraciones mundialistas de nombres como Jafet Soto, zurdo que brilló por años en el fútbol mexicano, y Alonso Solís, ídolo de la afición morada.
Ninguno de los dos fue a un Mundial mayor, pese a que fueron tomados en cuenta por muchos entrenadores en eliminatorias, amistosos y torneos regionales.
Es difícil responder por qué dos figuras como ellos, con grandes carreras a nivel de clubes, no lograron ganarse un lugar en el gusto de los entrenadores.
En el caso de Soto, todo hacía indicar que brillaría con la Roja ya que debutó muy joven, con solo 17 años, en un amistoso ante Noruega con Toribio Rojas en el banquillo.
A partir de ahí formó parte de la Tricolor en la fallida eliminatoria hacia Francia 98, mas no encontró un cupo seguro en las selecciones de Alexandre Guimaraes ni de Jorge Luis Pinto, camino a los Mundiales de Corea y Japón 2002 y Alemania 2006.
Debido a esto solo alcanzó la cifra de 63 juegos, y, más sorprendente aún, solo en 58% de estos fue titular.
El caso de Solis es muy similar al de Soto. Fue titular en las selecciones de Jorge Luis Pinto y Hernán Medford rumbo a Alemania 2006 y Sudáfrica 2010, respectivamente, pero no encontró cupo con Guimaraes ni con Kenton y por eso solo disputó 47 encuentros con la Tricolor.
Otro que tampoco fue muy regular, pese a ser uno de los mejores talentos que salió de Costa Rica, es Froylán Ledezma, a quien sus problemas personales le impidieron llegar lejos a nivel de clubes y, por supuesto, con la Tricolor. El Cachorro sólo acumuló 22 juegos con la Sele y nunca fue titular con Pinto, Guimaraes o Medford.
Longevidad. Según un estudio publicado el pasado 27 de mayo por la página electrónica de la BBC, un ser humano alcanza "la cumbre sexual en la década de los 20, la física en los 30, la mental en los 40 y 50, y en la de los 60, se es más feliz".
Si se toma en cuenta que los estudios fisiológicos hablan de que el cuerpo humano consigue su pico alto de resistencia a los 30 años, podríamos hablar de que a Borges le quedan tres años más antes de comenzar un declive inevitable.
Los números así lo delatan: Paulo Wanchope solo disputó un partido luego de cumplir los 30; Luis Marin, quien debutó a los 18 años y jugó hasta los 35 en la Tricolor, solo sumó 27 juegos tras llegar a las tres décadas.
Otro caso llamativo es el del goleador histórico de la Sele, Rolando Fonseca, quien tampoco pudo contra el padre tiempo; después de los 30 solo figuró en 20 ocasiones con Costa Rica.
El único que se sale de este molde es Walter Centeno, y por ello es el líder histórico de Costa Rica en juegos clase A. Pate, después de cumplir los 30, participó en 73% de todos los juegos de la Sele (59 partidos) hasta su retiro en el 2009. Inclusive fue titular en 86% de estos compromisos y alcanzó la misma cantidad de goles (12) que antes de los 30.
Como dato curioso, en su último partido con la Tricolor, el repechaje ante Uruguay en noviembre del 2009, Centeno jugó los 90 minutos y anotó el gol que momentáneamente nos dio la esperanza de clasificar a Sudáfrica.
Borges, al igual que Centeno, juega en el mediocampo, lo cual podría predecir un desgaste similar en el terreno de juego.
Claro está que no es lo mismo ser de la Selección jugando en Costa Rica que en Europa, donde el ritmo es más alto, los viajes más largos y las competiciones más exigentes.
La Cima. Para alcanzar a Centeno en la cima, Celso necesitaría mantenerse en las convocatorias de la Sele por lo menos hasta los 32 años y disputando alrededor de 65% de los encuentros.
Esto lo llevaría a disputar este ciclo mundialista y el principio del próximo, algo que hoy, gracias a su desempeño, suena bastante factible para el "5".
Otros seleccionados actuales que también podrían acercarse a la marca de Centeno son Bryan Ruiz, Keylor Navas y Joel Campbell.
Ruiz tiene un juego menos que Celso, 83, pero ya cumplió los 30 años, así que tendría que mantener su rendimiento actual hasta los 35 años; algo difícil inclusive para el capitán de la Selección.
Navas, hoy por hoy la mayor figura de la Tricolor, acumula 62 juegos, 22 menos que Celso con la misma edad. Tales números le hacen más difícil el camino que a Borges, pero también puede soñar con alcanzar la marca.
El caso de Joel Campbell es el más interesante, ya que a los 23 años cuenta con 51 encuentros, más de los que tenía Marín, 41,Celso, 35 y Centeno, dos, a la misma edad.
Aquí la gran consigna para Campbell sería mantener la salud y el rendimiento que trae por muchos años más.
Ceñido al protagonismo desde el Mundial de Brasil, Celso Borges aparece como el primero en la línea de sucesión del trono que aún pertenece a Paté, pero que está seriamente amenazado por un hombre que si mantiene sus estadísticas asumirá una corona que tiene en la mira.
Marca a presión a Celso Borges: "Me encantaría alcanzar el récord... lo tengo muy presente"
Para la edad que usted tiene, y de acuerdo con un estudio que hemos hecho, usted es quien más se perfila para alcanzar a Walter Centeno en partidos jugados con la Selección Nacional, ¿cómo toma eso?
A mí hablar de supuestos no me gusta.
¿Pero sí lo ha pensado?
Claro, y me encantaría, sería un premio a la constancia y al esfuerzo de muchos años, ojalá esté bien, saludable y con buen nivel para poder cumplirlo porque no es fácil, pero sí, en mi mente lo tengo muy presente.
En el 2014 jugó casí el 90 % de los juegos de la Tricolor, pero con que esté presente en el 60 % en los próximos años, superaría a Centeno, ¿se ve jugando en dicho período tomando en cuenta el puesto que tiene?
Sí claro, me preparo para eso, no para un juego u otro, me preparo porque mi carrera me lo exige, el alto rendimiento exige estar bien durante un largo período de tiempo.
¿Como ha logrado ser versatil y tomado en cuenta por Rodrigo Kenton, Hernán Medford, Jorge Luis Pinto, Paulo Wanchope, y, ahora, Óscar Ramírez?
Talvez los entrenadores tengan una visión mucho más concreta, a mí me gusta el trabajo y hacerlo bien, no me gustan las cosas a medias ni regaladas, entonces creo si ha sido así es porque el rendimiento ha sido óptimo, y es eso: rendimiento.
Hemos tomado cuatro puntos como pilares para su constancia en la Selección: longevidad, salud, rendimiento y versatilidad, ¿usted agregaría otro?
Talvez estar muy abierto a la corrección, ser una persona que no crea que lo sepa todo, que aprenda de los técnicos y compañeros que tiene, el ser ambicioso en un nivel táctico también ayuda.
Usted en Suecia y Noruega jugó más de adelantado, como un 10 (enganche), mientras que el Deportivo, ahora, lo hace de mixto, con más labores defensivos, ¿eso le beneficia en la Selección, ser un poco de ambos?
Allá (Noruega) jugaba más de mediapunta, pero el segundo y tercer año en Suecia más de ocho (volante mixto) y con la Coruña lo hago de doble cinco (contención), al igual que lo hice con Pinto, y ahora en esta nueva etapa lo hago de llegada; se trata de ir viendo en qué posición una ayuda más al bien colectivo, si más atrás o adelante.
Y en el esquema de Óscar Ramírez encaja bien, en el que a veces es contención y a veces de llegada.
Sí, hay muchos constante movimientos que talvez no se ven para abrir espacio a otros, esto siendo volante, puede ser yo, Elías (Aguilar) o Bryan (Ruiz), hay que escuchar el técnico, aplicarlo y hacerlo bien.
Y todo esto suma para lograr el récord de Centeno.
Sí, espero, eso yo lo tengo muy presente, como tengo presente de que acá la cuestión es rindiendo y hacer las cosas bien con la Selección; en tanto las cosas colectivas vayan bien hay muchos chance de hacerlo.