¿Cómo describiría el sentimiento de anotarle a Manchester United y en Old Trafford?
Fue un momento bastante lindo. Es difícil describirlo, es como un sueño. Ya jugar en Old Trafford es increíble, ahora imagínese hacer un gol...
¿Sabía que Everton tenía 21 años de no ganar ahí?
Sí, lo sabíamos, esa era una de las razones por las que era importante ganar. Pero la principal era porque necesitábamos seguir en la parte de arriba de la tabla, más tomando en cuenta el difícil partido que tenemos el domingo contra el Arsenal.
La temporada pasada estuvo en el banquillo, ¿cómo relatar la diferencia?
Esa vez vine, pero no jugué ni un minuto. Ya estar adentro en esa cancha perfecta contra los mejores jugadores es un sentimiento muy lindo. Sé que me ayudará a mejorar la confianza.
Usted habla de mejorar la confianza, pero aunque hace una semana ni jugaba, en estos dos partidos eso ni se le notó...
Eso creo que es porque disfruto esto (el fútbol). De hecho, mi entrenador (Roberto Martínez) eso fue lo que me dijo: ‘entre y más que todo, disfrute’. Jugar así me hace feliz. Además, el que venga a este estadio (Old Trafford) y no se motive, no debería jugar fútbol.
¿Siente que ya le mandó el mensaje a Leighton Baines de que no está solo en ese puesto?
Sí y tenía que hacerlo. La expectativa que tienen aquí de Leighton es muy grande y yo no podía hacer menos. Para darle competencia hay que trabajar muy fuerte. Es un gran jugador, al cual admiro mucho, porque hay muchas cosas que me ha enseñado.
Por esa figura de Baines, ¿siente que la presión sobre usted era más de la cuenta?
Desde el partido pasado sabía que la presión sobre mí era fuerte. Más porque venía quedando fuera de las listas y se decía que aún con Leighton fuera yo no sería titular. Pero siempre confié en mis cualidades y nunca bajé los brazos. Hasta entrenaba extra.
¿Que hacía durante esas horas extra?
A veces venía a entrenar cuando nos daban libre. Me enfocaba en la parte física, pero también en la técnica. Hacía centros o practicaba uno contra uno. Sabía que eso me iba a ayudar. Pero obviamente es difícil, porque con los partidos es como se gana experiencia.
Esa paciencia y perseverancia se la destacaron sus compañeros de la Selección en redes sociales...
Es que no es solo paciencia. No solo se trata de esperar, hay que estar preparado. A veces veía jugar muy lejos y me ponía triste, pero mi familia me apoyaba y aunque estaba cansado seguía esforzándome. Todo eso se nota en la oportunidad que se me está dando.
¿Ve su caso como uno de esos donde el fútbol sí es justo? ¿En el que le repone a los que luchan?
Yo hubo días que hasta lloré, porque quedar fuera de una lista es duro. Pero siempre tuve presente a Dios, sabía que me iba a ayudar en el momento y la hora exacta. Y creo que me llegó, porque sin duda, vivo una semana de ensueño.