En la nota “El último blef de Luxemburgo” se indicó que Luxemburgo, que también dirigió al Real Madrid, tuvo sucesivos fracasos al frente de Palmeiras, Santos y Atlético Mineiro debido a actividades paralelas, sobre todo su debilidad por el juego, que en 2009 le hizo perder un millón de reales (588.000 dólares).
“Una de sus mayores distracciones, el juego de póker, es apuntado por personas cercanas a él como una de las principales causas de su desmoronamiento profesional”, indicó la revista, acotando que pasó a ser un “jugador acostumbrado en mesas de póker a dar entradas de apostador ilimitadas”.
Luxemburgo habría llegado a rentar un avión particular para viajar desde Belo Horizonte, donde dirigía al Mineiro, hasta Foz de Iguazú (frontera con Paraguay y Argentina) para asistir a partidas de póker y conocer otros jugadores. Su introducción al juego habría sido por medio del presidente del club, Ricardo Guimaraes.
El presidente de la Confederación Brasileña de Texas Hold'em (modalidad más popular del póker), Igor Trafane, declaró a la revista que no considera a Luxemburgo un adicto: “El juega, pero como cualquier otra persona. No hay nada de vicio ni condenable... hasta donde sé, juega de vez en cuando, por diversión".