No pido que me crean

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El preguntar sobre la forma en que las universidades públicas gastan el dinero de las arcas nacionales, no es una provocación ni un disparate, es un deber y un derecho cívico de todos los costarricenses. A don Iván Molina, quien escribió “Cálculos e intereses” el 15 de junio, le aclaro que ni las afrentas ni los cuestionamientos personales me van a desmoralizar, puesto que la causa es justa: Costa Rica no está en condiciones de triplicar el presupuesto del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES) en cuatro años, y mucho menos cuando no existe transparencia por parte de las universidades estatales en su gestión de los recursos públicos.








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