Algo debemos estar haciendo bien, para que Laurencia Sáenz nos dedique tanta atención en sus artículos. En el publicado el 18 de octubre pasado , manifiesta su malestar porque la Iglesia Católica, dentro del marco de la celebración del XV Aniversario de la Encíclica “Evangelium Vitae” celebrará la III Semana Social con el tema “Por la Vida y la Familia”.
Haciendo mofa de la agenda para dicha actividad –dado que evidentemente no comparte nuestras creencias– reclama la presencia de personalidades políticas, incluyendo eventualmente a la señora Presidenta de la República y el apoyo de una institución pública.
Impresiona la posición de Laurencia Sáenz.
Yo tenía la convicción de que ella apoyaba la diversidad, pero ahora me doy cuenta de mi error: solo apoya a los que piensan como ella y no tolera a los demás.
Pido mucha comprensión para ella. Debe ser muy duro vivir en un país, donde más del 95% de los habitantes somos cristianos, que promovemos el respeto a la vida humana desde el momento de la concepción hasta su muerte natural, y el respeto a la familia basada en la unión de un hombre y una mujer, precisamente por ser el entorno donde nace la vida humana.
Además, para ella debe ser increíblemente molesto que los Diputados Constituyentes de Costa Rica, en el año 1949, invocaran el nombre de Dios para decretar y sancionar nuestra Constitución Política e incluyeran el concepto de moralidad pública en el artículo 28 y el concepto de moral universal y buenas costumbres en el artículo 75.
Condescendencia. En las organizaciones a favor de la vida y la familia somos condescendientes; entendemos que debe ser muy mortificante para Sáenz leer los medios de comunicación: en especial el Diario Extra (14/05/2010) que publicó una encuesta de CID GALLUP, según la cual el 75 % de los costarricenses se opone al matrimonio homosexual y La Nación , 12/08/2010, que publicó una encuesta de UNIMER según la cual, si se hubiera realizado el referéndum, el 70% de los costarricenses habría rechazado las uniones civiles entre personas del mismo sexo.
Nosotros, a pesar de las críticas, continuaremos con nuestro trabajo, haciendo eco de las palabras de Antonio Machado: “Que dos y dos sean necesariamente cuatro, es una opinión que muchos compartimos.
Pero si alguien sinceramente piensa otra cosa, que lo diga. Aquí no nos asombramos de nada”.
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