Estos días en los que la atención de gran parte del mundo está centrada en la Copa mundial de fútbol, es fundamental que no dejemos de lado otros asuntos que atañen a nuestros países. El 12 de junio, Día Mundial contra el Trabajo Infantil, nos recuerda que todavía millones de niños y niñas en el mundo son explotados.
Según el Informe mundial de la Organización Internacional del Trabajo Intensificar la lucha contra el trabajo infantil, entre los años 2000 y 2008, en América Latina y el Caribe el trabajo infantil se ha reducido en poco más del 7%. Diez millones de niñas y niños de entre 5 y 14 años (el 9%de la población de esas edades) trabajaban en 2008 en nuestra región.
El informe mundial se presentó hace un mes durante la conferencia mundial contra el trabajo infantil, celebrada en La Haya, Holanda. En esa misma conferencia, los ochenta países participantes acordaron una Hoja de Ruta para eliminar las peores formas de trabajo infantil para el año 2016.
Costa Rica ya había avanzado en este sentido, con la elaboración de una Hoja de Ruta propia, adecuada a la realidad del país. Se trata de un marco estratégico nacional para avanzar en el cumplimiento efectivo de los principios y derechos fundamentales en el trabajo que los constituyentes de la OIT en los países de las Américas adoptaron en 2006: acabar con las peores formas de trabajo infantil –explotación sexual comercial, trabajo peligroso, uso de personas menores de edad en conflictos armados o para cometer actos delictivos– para 2015 y acabar con todo tipo de trabajo infantil para 2020.
La Hoja de Ruta para hacer de Costa Rica un país libre de trabajo infantil y sus peores formas se públicará en las próximas semanas.
Los últimos datos de trabajo infantil con los que cuenta el país son de 2002. Según la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples publicada ese año, en Costa Rica más de 113.000 niñas, niños y adolescentes de entre 5 y 17 años –el 10% de la población en ese rango de edad– trabaja.
Son muchos los compromisos adquiridos por Costa Rica y los esfuerzos invertidos por el país, pero quedan muchos minutos de juego. En este tiempo se deberá fortalecer las estrategias de lucha contra la pobreza, mejorar y hacer inclusivo el sistema educativo, adecuar la política de salud, crear y sostener un sistema de información sobre trabajo infantil y sus peores formas.
En definitiva, se deberá hacer realidad una política social de protección especial de los niños, niñas y adolescentes trabajadores y de los que están en riesgo de involucrarse en trabajo infantil y/o sus peores formas. Están llamados a terreno de juego el Estado, las organizaciones laborales, las de empleadores y la sociedad civil.
Costa Rica, al igual que el resto de países de América Latina y el Caribe, está en semifinales en su lucha contra el trabajo infantil. Confiamos en que su preciso juego de equipo los lleve a la final y a poder ganar el campeonato.