Los singulares tiempos que corren demandan propuestas serias, robustas y realizables de los candidatos presidencial, sobre todo, por el peligroso avance de los movimientos antivacunas
Empezó la carrera electoral. Esta vez con un abundante número de corredores. Un menú variado de opciones. En pocos meses los ciudadanos tendremos que elegir entre las mejores candidaturas, equipos de gobierno y planes de trabajo. Los singulares tiempos que corren demandan propuestas serias, robustas y realizables en todos los temas.
Los acontecimientos recientes evidencian que abordar el tema de la ciencia y tecnología en la sociedad, más que necesario, es una tarea urgente. Es muy peligroso el avance de los movimientos anticiencia, antivacunas y la propagación de un sin número de teorías de conspiración, que están socavando los pilares mismos de la democracia y la vida en sociedad.
Una primera exigencia para los candidatos presidenciales será solicitar sus propuestas para aumentar la valoración de la ciudadanía en torno a los avances científicos, así como el respeto por la ciencia y el criterio experto. Saber cómo fomentarán el pensamiento crítico, de manera sistémica, en toda la sociedad. Además, sería deseable que incluyeran propuestas para el fortalecimiento de las ferias científicas, el desarrollo del periodismo científico y el establecimiento de al menos un museo de ciencia y tecnología.
En segundo lugar, sería importante saber cómo harán para impulsar el desarrollo de una agenda científico-tecnológica fuera del Gran Área Metropolitana (GAM). Sería magnífico que el gobierno pudiera establecer centros regionales de desarrollo tecnológico e innovación en alianza con las municipalidades, sedes universitarias y el sector empresarial. Y que estos centros se enfocaran en los problemas, pero también en las oportunidades para las personas y empresas de las diferentes regiones.
En tercer lugar, será crítico saber cómo atenderán el desfase entre la pérdida de empleos de bajo valor agregado y la demanda de talento altamente especializado, ambos ocasionados por la misma razón: la incursión de nuevas tecnologías como la robótica, automatización, inteligencia artificial y la revolución industrial 4.0. ¿Cómo afrontarán el paradigma de las nuevas sociedades, donde hay crecimiento económico, sin generación de empleo?
Ya harían bien los candidatos si tuvieran propuestas para estos tres puntos. Mejor aún, si también presentaran programas específicos para apoyar al sector en la atención de desafíos globales como el cambio climático, la resistencia a antibióticos, la contaminación por microplásticos, la contaminación del recurso hídrico y la provisión de energías limpias.
Por décadas, se ha propuesto aumentar la inversión en actividades de ciencia, tecnología e innovación hasta alcanzar un 1% del producto interno bruto (PIB). La realidad es que nunca se ha logrado y no pareciera ser posible en el futuro próximo. Además, el aumento de inversión no debe ser un fin en sí mismo. Esta vez, sería preferible tener planteamientos puntuales y concretos.
Los ciudadanos queremos ver propuestas visionarias, inteligentes y prácticas. Estaremos al pendiente.
El autor es doctor en Ciencias y exviceministro de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones.