Cerca de 3.400 personas pierden la vida diariamente en el mundo en accidentes de tránsito, una cifra “inaceptablemente elevada” tal como lo afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS). La realidad es que el factor humano incide en la mayoría de los accidentes tanto así que, en Costa Rica, las acusaciones más comunes son el exceso de velocidad y los efectos del alcohol.
El ser humano comete errores y es imprudente, pero ¿se debería pagar ese error con la muerte? Esta pregunta ha llevado a los países desarrollados al concepto de forgiving roads , “carreteras que perdonan”. Cada vez más países se comprometen a un cambio en la conceptualización de la infraestructura vial, centrada en la seguridad del usuario. El objetivo es claro: reducir muertes en carretera y mitigar los daños.
Una carretera que perdona brinda oportunidades al conductor para evitar un accidente o para minimizar sus consecuencias; es una carretera sin sorpresas que aumenten el riesgo de un accidente. ¿Por qué en Costa Rica innumerables veces un vehículo termina en un río o en el fondo de un barranco? Sea por imprudencia (alcohol, alta velocidad, etc.) o por accidente (falla mecánica, animales en el camino, entre otros), no se justifica que el vehículo abandone la vía por falta de barreras de protección. Este es un ejemplo de un tipo de accidente que podría ser inevitable, pero sus consecuencias podrían ser menores.
Compromiso. Las mejoras en la infraestructura vial pueden ser inmediatas con una buena planificación de los recursos y voluntad política. Entre las medidas básicas de una carretera que perdona se encuentran: barreras de protección en puntos peligrosos (curvas, accesos a puentes) demarcación y señalización vial, pavimento en buen estado, velocidades congruentes con la vía, delineadores abatibles para controlar los adelantamientos, espaldones con bandas rugosas, entre muchas otras. Algunas son de bajo costo y fáciles de implementar; otras requieren mayor inversión y planificación.
Los países que están a la vanguardia de la seguridad vial se han sensibilizado y no culpabilizan únicamente al conductor. Una sociedad progresista busca brindar soluciones, planear y ejecutar acciones, analizar resultados, salvar vidas y mitigar daños; una sociedad conformista busca culpables e invisibiliza la responsabilidad del Estado de proveer una red vial segura para sus ciudadanos. Entonces, ¿qué país somos y qué país queremos ser?
Costa Rica debe asumir un mayor compromiso de frente a la seguridad vial: tomadores de decisiones, medios de comunicación, ingenieros viales y todos los actores responsables, con una visión progresista de pensar nuestra red vial en función de la seguridad de los usuarios.
Luis Guillermo Loríay Javier Zamora, ingenieros de Lanamme.