Los nuevos datos sobre población acusan que actualmente en España hay 47.059.533 habitantes. El padrón refleja un descenso de 205.788 personas respecto al año anterior, quienes posiblemente emigraron. Aun así, el número neto de españoles subió en 10.337 desde enero del 2012.
Ese número ha aumentado porque en octubre de 2007 fue aprobada en el Congreso de los Diputados de España la Ley de Memoria Histórica, que retornaba el derecho a la ciudadanía española a todas esas personas que emigraron de España porque sufrieron persecución o violencia por razones políticas en la Guerra Civil Española. También se permitió optar por la nacionalidad española a los hijos de personas que hubiesen sido originariamente españolas, sin importar la fecha de su nacimiento, ni el lugar de nacimiento. Es decir, en la práctica, cualquier nieto de hombre emigrante español puede optar por la nacionalidad de su abuelo.
¡Qué gran cosa para los costarricenses descendientes de españoles! Costa Rica permite la doble nacionalidad gracias a una ley de reciprocidad con España, la Madre Patria. Hoy día es tan simple como demostrar la ciudadanía del abuelo para que los nietos puedan optar por la nacionalidad española y por ende de la Unión Europea.
En la España actual, ante la durísima situación económica, la caída demográfica se venía sintiendo, pero por el espejismo del incremento de la población extranjera no era tan notable. Al igual que en aquellos tiempos de guerra, hoy en día ha habido una salida masiva de emigrantes y nacionales en busca de trabajo en otras tierras, pero al mismo tiempo ha ganado la ciudadanía de miles de latinoamericanos orgullosos de sus raíces.
En el siglo pasado, Costa Rica llegó a ser el hogar de miles de españoles que llegaron a las costas de este nuevo paraíso. Grandes familias que se dedicaron al comercio como con la Tienda La Gloria y El Bazar la Casa, y así dieron un colorido distintivo al ser costarricense. Compaginaron el folclor en sus zarzuelas, los cantos y bailes típicos de aquel tiempo. Los primeros en llegar tuvieron qué cruzar por el Cabo de Hornos con sus inmensos peligros hasta llegar a Puntarenas. Pero cuando ya el tren abrió las selvas de la zona atlántica fue mucho más práctico emigrar a Costa Rica en busca de esa vida nueva que les prometía América.
En estos últimos años cientos de costarricenses han optado por la nacionalidad española gracias a la Ley de Memoria Histórica. Las personas que la han obtenido celebran su pasado histórico y la herencia de aquellos padres que un día salieron de España.
Como aquella zarzuela qué dice: “De España vengo. ¡Soy española! En mis ojos traigo luz de su cielo y en mi cuerpo la gracia de la manola. De España vengo. De España soy, y mi cara serrana lo va diciendo, que he nacido en España... por donde voy”.