Con motivo de la celebración de los 300 años de la aparición de la Virgen de los Ángeles, el 2 de agosto de 1935, un total de 5.000 niños de numerosos lugares del país cantamos llenos de fervor a la Patrona de Costa Rica, en su santuario de Cartago.
La preparación de esos cantores se hizo desde muchos meses atrás. En diversos pueblos se organizaron grupos de menores, dirigidos por un maestro de música, para practicar los cantos. La guía de las melodías se obtenía por medio de una radioemisora en San José, desde la cual un coro de niños interpretaba las piezas que se habrían de entonar en la solemne misa con motivo del festejo de los tres siglos de la presencia en Costa Rica, en una imagen de piedra, de la Madre de Dios.
En las diversas comunidades, con rigurosa puntualidad, los conjuntos de niños (de 60, 80 y hasta 100 infantes) escuchaban los cantos transmitidos a través de la emisora. Los repetían, los ensayaban, los memorizaban.
Llegó el día de trasladarse a Cartago, el 1. º de agosto de 1935. Entonces tenía yo 13 años y formaba parte del grupo de San Ramón de Alajuela, mi tierra natal. Por un pésimo y polvoriento camino, viajamos en autobús (vehículos a los que se llamaba ‘cazadoras’) hasta San José, pasando por Naranjo, Grecia y Alajuela.
En el ánimo de los que íbamos en esa misión prevaleció siempre la emoción y un incontenible espíritu de alegría. En la ciudad capital nos hospedaron en una pensión, que era el nombre común para lo que hoy se conoce como hotel.
Al otro día, muy temprano, salimos en tren rumbo a Cartago. Allí, ese 2 de agosto, se había congregado una multitud de peregrinos, entre ellos los niños provenientes de numerosas localidades del territorio nacional, que en la explanada de la basílica le cantamos con desbordante júbilo a la Virgen de los Ángeles, como integrantes de un coro de 5.000 almas infantiles.
Hoy, a mis 89 años de edad, y con 14 años consecutivos de ir a pie desde San Pedro de Montes de Oca hasta la gruta de la Virgencita, aflora en mi memoria, una vez más, aquel inolvidable viaje.