Editorial

A prueba derecho de asilo

Ni por amistad ni por presión se otorga el asilo político

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El vicepresidente de Ecuador, Alberto Dahik, renunció a su cargo, el jueves pasado, tomó un avión a medianoche, piloteado por él, aterrizó en Costa Rica y pidió de inmediato asilo político. ¿Temor a la justicia o, como él dijo en sus primeras declaraciones a la prensa nacional, temor por su vida por la desconfianza en la justicia de su país? He aquí el dilema.








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