Editorial

Necesidad del censo

El censo es un instrumento de desarrollo y cancelarlo o atrasarlo, uno de los peores negocios que puede hacer el país

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El censo es un instrumento de desarrollo y cancelarlo o atrasarlo, uno de los peores negocios que puede hacer el país. Faltan ¢2.872 millones para ejecutarlo, pero ya se han invertido, cuando menos, ¢4.000 millones en su preparación. El Gobierno alega escasez de recursos para justificar el recorte de las partidas necesarias. El presupuesto de este año asignó ¢2.500 millones al Instituto Nacional de Estadística y Censos, suficiente para llegar hasta el día previo al trabajo de campo, dice Elizabeth Solano, coordinadora de censos, pero no para pagar a los maestros encargados de recabar la información. Tampoco alcanza para darles transporte y el apoyo necesario para visitar un millón y medio de hogares.








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