Editorial

Atención a las aguas residuales

Una nueva planta de tratamiento permitirá avanzar en materia sanitaria y ambiental

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Durante los últimos años, el uso de tanques sépticos en el país, lejos de disminuir, ha aumentado; hoy abarca alrededor del 73% de los hogares. Como reverso, solo un 24% cuenta con servicio de alcantarillado. Pero disponer de alcantarillas no implica, en la mayoría de los casos, que las aguas se canalicen hacia plantas encargadas de reducirles su “carga orgánica” (heces y otros contaminantes). Al contrario, apenas un 4% de las aguas residuales reciben tratamiento antes de ir a parar a los ríos y otros cuerpos acuíferos. Como resultado, se genera una enorme contaminación de las cuencas hidrográficas, con graves efectos sobre el ambiente y la salud. A estos efectos hay que añadir los riesgos de filtración y contaminación de mantos acuíferos que representan los tanques sépticos mal construidos.








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